domingo, 29 de marzo de 2009

Peltasta


Infantería ligera de origen tracio, recibía este nombre por el pequeño escudo que portaban, "la pelta". Tropas auxiliares de la falange, en la que se basaba la guerra en el mundo griego, fueron adquiriendo cada vez una importancia mayor. Soldados versátiles y baratos, tuvieron gran peso en la mayor parte de las contiendas de los siglos V-VI a.C.


Los peltastas eran originariamente, hacia el siglo V a.C.; tropas bárbaras de origen tracio que combatían con sus tácticas irregulares y armas livianas: un manojo de jabalinas y un escudo, aunque en época antigua algunos tracios llevaban largas lanzas no arrojadizas.
La pelta tracia tenía una forma ovalada con un eje mayor de 60 centímetros, y estaba dotada de una gran escotadura semicircular en un lado mayor, al modo de un gran creciente lunar, aunque eran también conocidas peltas circulares. Su estructura era de mimbre trenzado cubierto con piel de cabra u oveja. No tenían reborde metálico. Por el interior no siempre se empuñaba, como la mayoría de los escudos ligeros, sino que a menudo se embrazaba para que el peltasta pudiera sujetar con la mano izquierda así liberada un puñado de cortas jabalinas. Se añadía también una larga correa de cuero para suspender el escudo a la espalda durante las marchas.
El estilo de lucha usado por los peltastas se originó en Tracia y los primeros peltastas griegos fueron reclutados en las ciudades griegas de la costa tracia. Llevaban la indumentaria tradicional de su tierra: capa adornada, botas altas y gorro frigio de piel de zorro con orejeras. No llevaban armadura. Sus armas eran las jabalinas, a menudo con un propulsor para incrementar su poder de penetración.

Era un tipo de tropa bastante versátil, mucho más barata de equipar y de mantener que los hoplitas y más fácil de entrenar que honderos o arqueros. Al principio, no formaban más que una tropa de apoyo, utilizada contra la carga de la caballería. Con el lanzamiento masivo de sus jabalinas, y después utilizando enseguida sus espadas. Con el tiempo, a partir del último tercio del siglo V a.C., se perdió el significado étnico original del término peltasta (como un tracio) para designar a un tipo de infante (tracio o griego) más ligero que el hoplita de la falange, pero más pesado que los psiloi, que no llevan ningún tipo de protección corporal o escudo. Autores antiguos como Arriano, Asclepiodoto y Eliano, especifican claramente que la infanteria ligera eran los psiloi, mientras que los peltastas eran una categoría intermedia entre éstos y los hoplitas.
La aparición de los peltastas profesionales, más baratos que los hoplitas y, a menudo, mejor entrenados que esas milicias ciudadanas, llevó a una vital modificación de su función táctica, visible ya en el S. V a.C, durante la Guerra del Peloponeso. Dado el coste reducido del equipamiento, cuerpos importantes pudieron ser constituidos. Los peltastas se convirtieron en una útil infantería de uso dual, capaz de combatir en orden cerrado, pero también de romper filas y hacerlo en guerrilla por terreno escarpado. Evidentemente, los peltastas no estarían, por lo general, en condiciones de vencer en campo abierto a las pesadas falanges, pero empleados con inteligencia podrían volver a derrotar a los temibles espartanos y así, consiguieron éxitos frente a los hoplitas más fuertemente armados, como en Lecaión: en 390 a. C., un joven general ateniense, Ifícrates, al frente de un grupo de peltastas bien entrenados y disciplinados, consiguió aniquilar una «mora» espartana (unidad de combate de 576 hombres). Este enfrentamiento se suele utilizar como ejemplo de la lucha de los peltastas, pero se suele olvidar la presencia de un contingente de hoplitas atenienses como apoyo, decisivos a la hora de provocar la desbandada espartana. Esta hazaña le aseguró a Ifícrates un puesto en la historia militar e hizo que variase radicalmente la actitud de los griegos con respecto a los peltastas, hasta el punto de que en 349 a. C., Atenas envió contra Filipo II de Macedonia un ejército compuesto únicamente de peltastas y un pequeño escuadrón de caballería.

En el relato de Diodoro Sículo, a Ifícrates se le atribuye el rearme de sus hombres con largas lanzas, quizá alrededor del 374 a. C. Esta reforma pudo haber producido un tipo de peltastas armados con un pequeño escudo, una espada, y una lanza en lugar de jabalinas. Algunas autoridades, como J.G.P. Best, declaran que estos últimos peltastas no eran auténticos peltastas en el sentido tradicional, sino hoplitas ligeramente armados que llevaban la pelta junto con largas lanzas, combinación que ha sido interpretada como un antepasado directo de la falange macedonia.
Sin embargo, aparecen lanzas en ilustraciones de peltastas antes de la época de Ifícrates y algunos peltastas pudieron haber llevado tanto lanzas como jabalinas como sustitutas de éstas.
En el siglo IV a. C., los peltastas parece que también usaron cascos y armadura de lino.
En el ejército macedonio, los cuerpos de hipaspistas juegan un papel idéntico con, sin embargo, un armamento un poco diferente. Alejandro Magno empleó peltastas procedentes de las tribus tracias del norte de Macedonia, en particular de los agrianos.
En el siglo III a. C., los peltastas fueron gradualmente reemplazados por thureophoroi. Las últimas referencias a los peltastas pueden, de hecho, referirse a su estilo de equipamiento cuando la palabra peltasta se convirtió en sinónimo de mercenario.

No hay comentarios: