jueves, 27 de enero de 2011

Amor de la Selva

Amo mi trabajo... porque resulta que trabajo nada menos que en la selva del Perú, una provincia chiquitita que es el corazón de la amazonía indígena. He podido conocer a personas tan distintas y tan maravillosas en cada una de las cosas que hacen, y he llegado a establecer amistades que asustarían a muchos de mis amigos. Viajo en peque peque, surco el río Marañón a mi antojo, camino por el monte, como lagartos, hormigas y gusanos, tomo mazato, ayahuasca y lo que se presente. Ya he estado en muchas partes y he probado muchas cosas en estos últimos años y debo confesar que me he sentido en algunas ocasiones: invencible!
Todo se lo debo a la selva y a sus misteriosos habitantes, por eso les he dejado ahí mi corazón para tener siempre que volver por él.

Pero no solo eso encontré entre ríos y bufeos colorados.. resulta que también me enamoré, y creo que fue la primera vez. De quién? pues de un tipo casi casi perfecto para mí, un aguerrido periodista, comprometido con causas en las que yo tambien creo, divertido, atractivo y lo mejor ..yo tambien le gustaba. La última noche que nos vimos en Lima me dio un gran beso que a pesar de los 3 vasos de flor de caña que yo llevaba encima cambió el curso de mi vida, me enamoré como en las películas; la selva ya no sería la misma sin él, para mí volver a la Amazonía sería siempre acordarme de él. Era sin duda un príncipe azul..mi príncipe azul!! A mí que hasta ese momento me valían los principes y las princesas, cuando me besó me sentí la reina del mundo...
Pero como dice uno de mis cantantes favoritos: el famoso principito se marchó antes de llegar. Él era extranjero, no vivía en el Perú, pero me decía cosas tan bonitas, siempre por messenger claro o por facebook, que además me creé solo por él. Yo con tantísimo miedo de decirle cosas, por miedo a ser huachafa, cursi.. me producía pavor ser la nenita enamorada a la que un tipo lleva del ala!, después de todo yo ya había aprendido a nadar con pirañas!
Bien, cuando por fin nos ibamos a ver en Mexico en diciembre pasado, me llama una amiga mía días antes de mi viaje, una supuesta feminista que yo le había presentado a él hacía algunos meses, para decirme que a ella siempre le gustó el muchacho y que en las últimas dos semanas ella le escribió por no sé qué y conversando por messenger surgió algo entre los dos. En fin.. según me dijo..mirando fijamente la virgen de guadalupe que cuelga siempre en mi cuello, ella me estimaba y tenía que contarmelo. Tuvo el descaro de decirme que el principito nunca estuvo seguro de que a mí me gustara, que nunca le dí señales claras, ella por supuesto, según sus propias palabras no le dijo lo muerta de amor que yo estaba por él "para no venderme". No solo eso, la feminista pagó lo que tuvo que pagar para viajar a Mexico en las mismas fechas que yo y lo acompañó al hotel donde yo me hospedaba, lo esperó en la puerta de la calle mientras él me dejaba unos papeles. No pude hablar con él, después de todo ella lo esperaba..nunca entendí lo que pasó, no sé si fue mi culpa, culpa de él o de ella o simplemente los dos se enamoraron perdidamente en dos semanas de conversación por messenger. Solo sé que mi amiga se quedó con el principe y con mi año nuevo.

La feminista?, como soy una chica despechada diré que creo que no es increiblemente maravillosa y ciertamente no es un monumento de mujer. La conocí cuando un chico muy famoso en nuestro medio académico la había dejado sin más luego de haberle prometido el cielo y las estrellas a la pobre, él regresó con su esposa y ahora.. es papá. Solidaridad de género..la consolé, nos hicimos amigas aunque en verdad no tuvieramos mucho en común. Nuestra primera vez juntas en Mexico, muy facilmente ella se enrolló con un tipo, un gran chico de Venezuela, muy simpático y parecía que la quería bien. Ella viajó a Venezuela para estar con él y luego él vino al Perú para verla.. puedo decir, con mucho temor a equivcarme y siempre hablando por la herida, que la pobre andaba buscando un hombre como los mendigos la limosna, que hasta ahora según lo que ella misma me decía, no había tenido suerte en el amor. Hasta ese momento me daba ternura verla entregarse así sin miedo a un desconocido que por muy gran chico seguía siendo un desconocido, y estaba muy contenta de que estuviera feliz con el venezolano con quien aparentemente tenía mucho en común y tenían grandes planes de futuro.

Ahora volviendo a mi historia: jamás me lo hubiera imaginado, ella sabía que yo moría por mi amor de la selva, sabía del pavor que yo sentía de decirle al chico cosas por internet y sabía lo que significaban mis silencios con él, pero sobre todo sabía de la hamaca en la playa de Oaxaca donde él me propuso recibir el año nuevo. Sabiendolo todo, se fue con él, yo creo que le gustó tanto la historia que se la quedó. Bien por ella, estoy segura que se la merecía más que yo.

Me quedé sin el amor del principe a quien, a pesar de todas las cosas lindas que me decía, resultó que no le gustaba tanto, y estoy empezando a pensar que es un poco idiota (tambien puedo equivocarme en esto). Lo más triste del cuento, sin embargo, no es que me quedé sin el chico sino que me quedé sin el sueño de él sin el referente de amor que me acompañó largo tiempo, porque él nunca fue real, existió solo en mi mente...pero aunque fuese mentira todo él, que sí lo quise es muy verdadero. Perdí una amiga, que al final de todo, y en esto estoy segura, es una cabrona, y para ser sincera no les deseo que sean felices y coman perdices aunque tambien sé que eso ya no depende de mí.

Qué lección me dejaron? Aprendí muchas cosas, por ejemplo: qué se siente tener un corazón hecho añicos y lo que duele que no te quieran más, o peor que nunca que te hayan querido. La lección final entonces: cuando encuentre en mi camino una feminista llorando porque uno la dejó..diré: qué pena, mejor suerte la próxima y seguiré mi camino;cuando encuentro algún periodista en la selva que me rescate de algún peligro amazónico y me diga lo linda que soy, le diré gracias y me iré corriendo muy muy muy rápido.
Con qué me quedé? Haciendo un balance y volviendo al principio de esta hsitoria, estoy convencida que salí ganando, me quedé con la selva que nunca me dirá: "surgió algo entre ella y yo en nuestras pláticas por el messenger, te quiero un montón y no te quiero hacer daño"
Porque por la selva sí que vale la pena pelear y a ella he de volver siempre: a reir, a llorar y a buscar otro sueño; en cuanto al príncipe..aun es muy temprano para decirlo, pero puedo adelantar que de azul ya le va quedando muy poco al cabrón!

1 comentario:

  1. A todas nos ha tocado alucinar que encontramos al príncipe azul. Nunca confiar en lo q parece too good to be true, porque ya está súper archi demostrado que son solo representaciones que nosotras damos a los más cobardes que se nos cruzan. No sé por qué... cumplen un cierto grupo de requisitos y ya está, completamos la idea ganadora por las leyes de la gestalt, y nos clavamos un cartel en el cuello, poniendo cara de cachorrito triste, que dice: “Eres mi príncipe azul. Has de mi lo que te dé la gana”. Lo bueno es q el cartel eventualmente se cae, nos ponemos unos buenos anteojos, y miramos nuevamente lo que parecía ser, pero que en realidad no lo es y nunca lo fue.

    A otra cosa, mariposa!

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