lunes, 26 de diciembre de 2011

Quemando turrones en compañia

Después de algunas semanas sin competir por fin volvimos a la carga. Hoy, día de Sant Esteve, una de las jornadas festivas por tradición en Catalunya, se ha disputado la 32º edición de la Cursa de Sant Esteve de Llagostera. Esta vez hasta allí nos hemos desplazado mi padre, mi hermano (que también ha corrido) y yo. Hacía años que los dos no participábamos juntos en una carrera. Lejos quedan aquellos domingos en los que nos jugábamos el podio en las carreras de campo a través de la provincia. Que buenos recuerdos. Al recoger el dorsal caras conocidas, Sergi Miró y Eva Fontecha entre ellos (están en todas las fiestas).

(Con mi hermano antes de empezar)

Acostumbrado a calentar solo, he agradecido la presencia de mi hermano al lado. Incluso de lo relajados que estábamos, a falta de 3 minutos para empezar aun teníamos que quitarnos algo de ropa y situarnos a la línea de salida. La prueba se trataba de un recorrido de 10 kilómetros (exactos según datos del GPS) que transcurrían un 30% por asfalto y un 70% por pista. No había desniveles exageradamente fuertes pero si constantes subidas y bajadas. Era más parecido a un cross que a una carrera en ruta. La verdad es que ha sido más dura de lo que esperaba.

(En la linea de salida)

Durante los 3 primeros quilómetros he marcado el ritmo sin mirar atrás. Las calles, las viviendas de la localidad y el asfalto eran los espectadores de lujo. Sin embargo pronto me he dado cuenta de que estaba siendo demasiado generoso con el esfuerzo. Aun no ha avanzado lo suficiente la temporada como para mantener ritmos altos de carrera a pie. Y sumados además a los constantes cambios de cota, ya no había punto de retorno, el desgaste me castigaría con sufrimiento hasta el final. Mientras, el segundo (Diego Cardozo del TR Running), a la postre vencedor, venía a rueda, y el tercero (Xavi Marina, gran corredor de ultrafondo) perdía tan solo unos metros.

(Llegando a meta)

He pasado segundo por el 5K y en el kilómetro 6 ya iba tercero. Mentalmente hacía rato que me había conformado con esta tercera plaza. En las últimas subidas el rendimiento de mi cuerpo ha bajado estrepitosamente, pagando claramente el exceso del inicio. Finalmente he parado el crono en 35’37’’. Tocar podio siempre es un motivo de satisfacción. ¿La marca de hoy? No es espectacular (algo lejos de lo deseado) pero al tratarse de una carrera con pocos llanos se puede leer positivamente. Como siempre, y siendo poco original, queda mucho trabajo por hacer.

Por su parte, Oriol ha hecho una gran carrera. Finalizando con un tiempo de 41‘15’’, un tiempo para nada discreto y con mucho margen de mejora por delante. Trabajando la pisada con el metatarso (estamos en ello) y entrenando un poco la velocidad-resistencia pronto valdrá 35’ en un 10K en ruta llano.

(Oriol a punto de llegar)

Próxima parada, Sant Silvestre de Girona: un 5000 en ruta para despedir este 2011 con alegría y con mi hermano otra vez

2 comentarios:

Oriol dijo...

Tens moltes esperances posades amb el teu germà. Ja veurem com acaba :)

Antolí Fauria dijo...

Espavila, jejeje.