Pachacútec
Retrato tardío imaginario del inca Pachacútec; Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia. Lima  

Pachacútec es el primer inca histórico y con él se inicia el Período Imperial o de Expansión de los Incas. A este período también pertenecen su hijo, el inca Túpac Yupanqui, y Huayna Cápac. El gobierno del inca Pachacútec se extendió entre 1438 y 1471. Fue un gobierno de grandes conquistas territoriales y muchos lo consideran el organizador definitivo del Imperio Incaico.

Antes de la derrota de los Chancas se le conocía con el nombre de Inca Yupanqui y posteriormente se le llamó Pachacútec, que significa "el que transforma la tierra". Se dice que fue hijo del inca Huiracocha y de Mama Runtu Caya, quienes lo educaron para ser un gran inca, a pesar de que su padre había designado a su hijo Urco para sucederlo en el trono. Pero las hazañas del príncipe Pachacútec lo llevaron a convertirse en el noveno Inca. Lo sucedió su hijo Túpac Yupanqui.

El jesuita Bernabé Cobo, a mediados del siglo XVII, condensaba: "Fue este rey el más valiente y guerrero de todos los incas, porque él ordenó la república con el concierto de leyes y estatutos que guardó todo el tiempo que duró de entonces a la venida de los españoles".

 


Pratyabhijñâhrdayam

( LA ESENCIA DEL RECONOCIMIENTO DEL SER )

KSEMARÂJA

 

 

PRESENTACIÓN

Durante el primer milenio de nuestra era, los picos majestuosos y los valles lujuriosos de Cachemira, en el extremo noroeste de la India, fueron testigos silenciosos de una magnífica expansión del espíritu humano. Una gran familia de sabios, de videntes y de santos apareció; su misión fue la de redescubrir, reconsiderar y revivificar un cuerpo entero de practicas esotéricas, que eran los medios de alcanzar a Shiva; la Realidad Suprema. Estas técnicas yóghicas ya tenían muchos siglos de antigüedad cuando los rishis del norte comenzaron a insuflarles una nueva vida afianzándolas sólidamente en su experiencia interior. En la cumbre de esta fundación sólida, construyeron un sistema lógico de pensamiento para expresar y describir su experiencia. La expresión del fruto de su inspiración es conocida con el nombre de Shivaismo de Cachemira.

La doctrina del Pratyabhijñâ, percepción directa del Ser por medio del reconocimiento, es una de las joyas de la filosofía del Shivaismo Cachemir. Considerando plenamente el Ser de Dios simultáneamente como el Ser interior de todos y como el Ser inmutable, reconoce a la vez el aspecto inmanente y el transcendente de lo Absoluto.

La percepción directa por el reconocimiento es conocimiento verdadero. Es una consciencia total que tiene la inmediatez que podría tener un sentimiento, aunque para nada sea esto último; sería una "sensación-intelectiva" o una "inteligencia-sensible" en palabras de San Ireneo. Cuando percibimos algo directamente, la mente no se interpone entre lo que percibe y aquello que es percibido. El acto de percepción no está filtrado por las capas del pensamiento lineal. Por el contrario, el conocimiento es captado todo al mismo tiempo, en un instante que está fuera del tiempo. En el acto de ver directamente, aquello que es visto es absorbido completamente en aquel que ve. El objeto visto y aquel que ve se fusionan en el acto de ver.

Mientras esto no suceda, permanecemos separados de los objetos de nuestra percepción, y los unos de los otros. No conocemos las cosas plenamente. Como resultado de esto, nos sentimos aislados, solitarios y asustados. El objetivo del Pratyabhijñâ, como el de toda filosofía verdadera, es el de poner fin a ese sufrimiento.

La palabra pratyabhijñâ significa reconocimiento (re-conocimiento). Hrdayam significa corazón o lugar secreto. De esa manera Pratyabhijñâhrdayam revela al lector el corazón del secreto de la doctrina del reconocimiento del Ser (Sobre el concepto de Hrdayam o «Corazón» vease el GLOSARIO).

En su primer sutra Ksemarâja afirma: «La Consciencia supremamente independiente es la causa de la emanación, del mantenimiento y de la reabsorción del universo». Después de haber establecido que el poder de la Consciencia Suprema es la causa universal única, dice en el sutra siguiente: «Por su propia voluntad, la Consciencia despliega el universo en su propia pantalla». En otros términos, la Consciencia no es solamente el instrumento o el agente que manifiesta el universo, ella es también la causa material del mundo. Ella es la «substancia» de la Creación».

Después de haber explorado plenamente la identidad de Dios (Consciencia Suprema) con el universo, Ksemarâja establece en su décimo aforismo que el hombre es exactamente semejante a Dios. Incluso en nuestra condición limitada, realizamos constantemente los actos de emanación, mantenimiento y disolución de nuestro propio universo individual, sutil o interior, y también material o exterior. Manifestamos estos actos o poderes interiormente cuando pensamos y exteriormente cuando percibimos. Por ejemplo, acogemos los pensamientos, uno tras otro, los guardamos en la mente durante un momento y después los dejamos disolverse, únicamente para reemplazarlos por otros. O bien nos concentramos en algo exterior a nosotros mismos, lo consideramos un momento, y después, simplemente cerrando los ojos o mirando a otro lado, permitimos que ese objeto desaparezca de nuestro universo personal.

Realizamos así los dos últimos actos cósmicos de ocultación y de gracia, de manera limitada. En la medida en la que nos vemos a nosotros mismos, a los otros y al mundo que nos rodea como entidades y objetos separados, aislados unos de otros, y separados de Dios, estamos practicando la ocultación de la verdadera naturaleza del hombre y del mundo. Cuando comenzamos a percibir la unidad en la diversidad, comenzamos a experimentar la plenitud de la dicha y beatitud que viene con la vivencia de unidad; este acto es el de gracia o revelación.

Gradualmente, por las experiencias directas que vienen a medida que continuamos nuestra vida espiritual, la comprensión de Pratyabhijñâ, a saber; que el mundo existe de manera que tenemos la oportunidad de reconocer el Ser por su existencia, llega a ser nuestra comprensión.

Toda filosofía oriental es una filosofía viva porque no está separada del yoga, la practica cotidiana efectiva de la vida espiritual que conduce a la experiencia de la verdad de la filosofía. Pero en el sentido más elevado, el Pratyabhijñâ no es un yoga que exige un esfuerzo considerable. No requiere la ejecución de técnicas físicas, de ejercicios respiratorios arduos, de repetición prolongada de mantras, de larguísimos periodos de concentración o de ejercicios de voluntad a toda prueba. Exige simplemente una modificación «lo más ligera que pueda haber» en la actitud o el punto de vista.

No hay en la India nada parecido a una "filosofía de salón". En este país, la filosofía no es solamente una manera de pensar, sino también una manera de vivir. No nace de una curiosidad ociosa, ni tampoco es un simple juego intelectual. Se podría decir que, de alguna manera, toda filosofía es aquí una religión, y toda religión tiene su filosofía. Aquí, la filosofía no es un señor con gafas dictando sus notas en la clase o tejiendo telas de araña de teoría en su despacho, sino alguien movido por una necesidad interior profunda de conocer los secretos de la vida, alguien que pasa días laboriosos de disciplina espiritual y que ve la luz por la transformación de su vida. Movido por la compasión hacia sus hermanos hombres, intentará interpretar la verdad que él ha experimentado, para la razón lógica del hombre. Es así como en este país nació la filosofía.

La filosofía Advaita (no-dual) Shivaita de Cachemira fue de este tipo. Durante siglos, fue comunicada como una doctrina secreta al aspirante que debía de vivirla y experimentarla en el laboratorio del su conciencia. Con el tiempo no quedaron más que el culto y el ritual; el plano de fondo filosófico fue olvidado. Puede que una pequeña elite conoció la doctrina filosófica por tradición oral, pero el primer pensador cuyo nombre se conoce, y que puso por escrito los principios mayores fue Vasugupta. Se dice que vivió hacia el final del siglo octavo o comienzos del noveno D.C. Desde entonces la literatura filosófica ha sido un proceso activo y continuo en Cachemira.

Se saben pocas cosas de la vida y de la ascendencia de Ksemarâja. Se ha dicho, con razón, que su libro, Pratyabhijñâhrdayam, ocupa el mismo lugar en la literatura saiva o trika que el Vedantasara en la literatura Vedanta. El libro evita todas las polémicas, y da, bajo una forma muy sucinta los principios fundamentales del sistema pratyabhijñâ. Ksemarâja dice justo en el comienzo de su libro: «En este mundo hay devotos de débil entendimiento y que no se han tomado el trabajo de estudiar las obras difíciles, como la lógica y la dialéctica, pero que sin embargo aspiran al samâvesa (la absorción de la consciencia individual en la Consciencia Divina) con el Señor supremo que se expande con el descendimiento de la Shakti. Es para ellos que la verdad de la enseñanza del Isvarapratyabhijñâ es aquí explicada brevemente».

La palabra pratyabhijñâ significa reconocimiento. El ser individual o jîva es el ser divino o Shiva, pero ha olvidado su naturaleza real, y se identifica con el mecanismo psico-físico. La enseñanza tiene como fin conducir al ser individual al reconocimiento de su naturaleza real, infundiéndole la verdad de que su Ser real no es otro que Shiva y sugiriéndole la disciplina espiritual por la cual puede llegar a la unidad con El.

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PRATYABHIJÑÂHRDAYAM

1.- La Consciencia-Energía absoluta, por su propia voluntad libre, es la causa del surgimiento, mantenimiento y reabsorción (y también la causa de la experiencia y de la liberación) del universo.

2.- Por el poder de su propia voluntad libre (y no por una causa ajena), la Consciencia-Energía despliega el universo sobre su propia pantalla. (se despliega la totalidad de las manifestaciones, a saber: principios (Tattwas), mundos, entidades y sus experimentadores respectivos que son solamente una forma solidificada de la esencia de la Consciencia-Energía)

3.- El universo es ilusoriamente múltiple a causa de la diferenciación en objetos y sujetos que se adaptan y se relacionan recíprocamente.

4.- El experimentador individual en quién la Consciencia-Energía está contractada, también tiene en el cuerpo al universo entero bajo una forma contractada (y por tanto percibe el universo en forma contractada).

5.- La Consciencia-Energía universal misma, descendiendo de la etapa de cetana (el estado de consciencia no-contractada), llega a ser citta (consciencia individual) en la medida en la que ella se contracta a causa de los objetos de la consciencia.

6.- El experimentador limitado también es Consciencia Absoluta.

7.- Y a pesar de que Él sea uno, cuando se manifiesta dualmente y se recubre del velo de la ilusión llega a ser triple, cuádruple y de la naturaleza de los treinta y cinco tattvas (principios).

8.- Las posiciones de los diversos sistemas de filosofía son solamente diversos papeles de esta Consciencia. (O también: la experiencia de las cosas exteriores o interiores es un medio por el cual se manifiesta la naturaleza esencial de Shiva o Realidad suprema)

9.- Como consecuencia de la limitación de la Shakti, la Realidad que es todo Consciencia, se convierte en un ser transmigratorio recubierto por la ignorancia. (la Omnipotencia, Omnisciencia, Perfección, Eternidad y Omnipresencia se convierten en poder limitado, conocimiento limitado, deseo limitado y limitación del tiempo y del espacio)

10.- Incluso en esta condición de yo empírico, él (el alma individual) realiza las cinco acciones (emanación, mantenimiento, reabsorción, disimulación de la naturaleza real del Ser y liberación de la ignorancia) como Él (como Shiva). (Incluso en esta condición densificada el ser limitado es de una naturaleza absoluta y sus actos son reflejos limitados de las acciones del Absoluto)

11.- El Ser realiza también el acto de manifestar, degustar, esconder, originar y disolver todos los obstáculos. Es así desde el punto de vista del yoghi.

12.- Ser un ser-que-transmigra significa estar ilusionado por sus propios poderes (Omnipotencia, Omnisciencia, Perfección, Eternidad, Omnipresencia) a causa de la ignorancia de que él es al autor de la acción de manifestar, mantener, reabsorber, disimular su propia esencia, y liberar (revelar o dar gracia).

13.- Adquiriendo pleno conocimiento de esto (es decir de ser la autora de la acción de manifestar, mantener, reabsorber, disimular y liberar o revelar) la consciencia individual llega a ser la Consciencia Universal elevándose al nivel del Si-mismo.

14.- El fuego de la Consciencia, incluso cuando desciende a la etapa inferior, a pesar de estar recubierto por la ilusión, consume (asimilándolo a si misma) casi totalmente (ya que los objetos reaparecen a causa de mâyâ (la ilusión) y de las impresiones previas (samskâras)) todo conocimiento fragmentado y todo objeto.

15.- Adquiriendo ese poder inherente a la Consciencia (el poder de reconocer la naturaleza real del Universo), el aspirante asimila el universo a él mismo. (la naturaleza real del universo engloba todo)

16.- Cuando la beatitud de la Consciencia es alcanzada, se adquiere ese estado en el que se reconoce que la Consciencia es nuestra verdadera naturaleza, y en el cual todas las cosas que aparecen son idénticas a la Consciencia, incluso teniendo la experiencia del cuerpo, sensaciones, percepciones, etc... Este estado es el de liberado-en-vida (jîvan mukta).

17.- Por medio del despliegue de la Consciencia, se adquiere la beatitud del alma.

18.- Los medios para alcanzar este Centro de Consciencia son: la concentración en el centro (en el Centro de toda realidad, en la Consciencia silente, impidiendo que surja cualquier diversidad, opción, idea, fantasía, imaginación, etc...); el retorno de las formaciones mentales y de las percepciones a la espacialidad (al plano de fondo de Consciencia silenciosa en el que se dibujan); la percepción continua de la espacialidad sucinta en las formaciones mentales y en las percepciones; el Samadhi en el mundo (manteniendo la percepción de lo Absoluto en las acciones cotidianas); el retorno a través de los mantra a su origen, lo informulado, que es la fuente de donde ellos surgen; y la fijación de la atención en el momento en el que las energías (prana y apana) están en equilibrio (en el intervalo entre los alientos-energías, o entre un pensamiento y otro, o entre una acción y otra, etc...).

19.- Entonces el Samadhi se establece de una manera permanente (incluso en el estado de conciencia cotidiano) por la identificación, una y otra vez, de la consciencia individual con la Consciencia Absoluta.

20.- Es entonces (cuando se obtiene el Samadhi), cuando ocurre la estabilidad en el Ser supremo, cuya esencia es Consciencia y Beatitud. Es ahí donde se obtiene el dominio sobre el conocimiento limitado, los sentidos internos y externos, y el conocimiento objetivo limitado, siendo todo esto lo que suscita la emanación y reabsorción del universo. Todo ello es de la naturaleza de Shiva (la Consciencia).

Respetable Jñápika Gurú Dr. Pablo Elias Gómez Posse.

E Mail: aum_jnapika_satya_guru@hotmail.com
 


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