Tetuán de las Victorias

Tetuán de las Victorias: Ayer y Hoy de un barrio de Madrid

Por Enrique Fidel

Urbancidades.wordpress.com

Pasado y presente de un barrio de Madrid

Inmigración obrera

A mediados del siglo XIX Madrid contaba con una incipiente industria en desarrollo que precisaba de mano de obra abundante. Como agregado social al servicio de la producción que es la ciudad, Madrid era capaz de recibir anualmente cerca de 10.000 personas, campesinos en su mayoría, que servían al fin industrial y a la propia expansión urbana, cuya mano de obra era absorbida con facilidad.

El proceso de expansión de Madrid se producía, por tanto, al aumentar la población por medio de los fenómenos de concentración urbana asociados al aumento de la actividad productiva.

Venían de todos los campos españoles, pero especialmente de ambas Castillas, Extremadura y Andalucía, donde el régimen latifundista semifeudal era la norma que regía aquella sociedad. La situación de los campesinos en la España de entonces era dramática y el jornalero del campo quedaba desamparado al capricho de terratenientes y caciques. La pobreza y el hambre presidía sus casas. La emigración se convertía en la única salida.

En Madrid, de 1845 a 1875 la población pasó de 200.000 a 400.000 habitantes. En 1930 había ya cerca de un millón de madrileños. La población inmigrante se iba asentando en el centro de la ciudad, habitando las ya conocidas casas de vecindad, corralas, buhardillas y sotabancos. También lo hacía en el extrarradio de la ciudad, formando suburbios compuestos por casas bajas autoconstruidas de pésima calidad y de características marcadamente rurales.

La vivienda en el Madrid del año 1900 era de media en más de un 70% considerable como “muy barata” o “modesta”. Es decir, elaborada con materiales económcos y con una tipología unifamiliar rural o semirrural, o bien casas de vecindad, y se concentraba en las barriadas del extrarradio o en aquellas del centro urbano consideradas como populares y con mayor densidad. Así, en Latina el 90% de las viviendas eran “baratas” o “muy baratas”, y en Universidad un 65% tenían estas características. En el polo opuesto se encontraban barrios como Centro con solo un 10% de viviendas “baratas” o “muy baratas”, y Congreso con un 12%.

Casa de dos plantas típica de principios del XX, en la calle Hierbabuena con Algodonales, Tetuan ( 2008 )

Los arrabales de Madrid soportaban el peso de los suburbios alrededor de todo su cinturón periférico. La escasez y la carestía de los alojamientos en el centro urbano empujaban a esta población hacia estas zonas baratas sin infraestructuras. Se emplazaban en los márgenes de los caminos y pronto se formaron barriadas compuestas por un desordenado tejido de casas y calles estrechas. La foto es de una vivienda baja en la calle Pedro Barreda, ( 2008 )

Calle Avelino Montero Ríos, Tetuán de las Victorias. Casas baratas para obreros.

Proyecto de casa barata en La ventilla de 1929. Las dimensiones de la vivienda no exceden los 30 metros cuadrados. Teniendo en cuenta que se trata de viviendas familiares, es de imaginar el hacinamiento que se vivía en su interior.

Calle Marqués de Viana, en los alrrededores de Bravo Murillo ( 2008 ).

El arrabal de Tetuán y el de Cuatro Caminos

Explican Díez Baldeón y López Marsá en su libro Historia de Tetuán, que el actual distrito de Tetuán crecio a partir de dos asentamientos simultáneos e independientes: el de los alrrededores de Cuatro Caminos, desde donde se extendía el ensanche hacia el noroeste, y el de la Dehesa de Amaniel, en torno a la carretera “mala” de Francia (actual calle de Bravo Murillo) y próxima al pueblo de Chamartín de la Rosa, del que dependia administrativamente. Respecto a este asunto de los asentamientos Fernando Chueca Goitia explica en su Sociología de Madrid cómo al principio las clases populares se fueron asentando en Chamberí, si bien más adelante la burguesía y las clases de mayor poder económico se fueron haciendo con el barrio y desplazaron a los más débiles económicamente hacia Cuatro Caminos y hacia Tetuán.

Calle de Bravo Murillo (llamada de O’Donnel) hacia el año 1900.

Carretera “Mala de Francia” en 1933. Esta parte de la actual Bravo Murillo pertenece al norte del barrio de Tetuán en los tiempos en que aún era parte de Chamartín de la Rosa. Habitaban esta zona los obreros más pobres -clases menesterosas para la burguesía- y eran numerosos los traperos que vivían y almacenaban o arrojaban por aquí el producto de su recogida.

Impresionante testimonio (Foto: “Alfonso”). Tomada en 1930, muestra a grupos de pobres rebuscando en las montañas de basura procedentes de Madrid que eran arrojadas por los traperos en Tetuán de las Victorias.

De obreros, la mayor parte de la construcción, peones, algunos artesanos, pequeños comerciantes y traperos, se fue nutriendo el barrio, que con el pasar de los años ocupó todo lo largo de la calle O’Donnell (actual Bravo Murillo) y se extendió hacia el norte y el oeste con mayor profusión, quedando más contenido al sur en Cuatro Caminos y al este con la Castellana. Y así, lentamente, conforme la actividad constructiva aumentaba, las infraestructuras fueron apareciendo. Se pasó del lodazal en que se convertían la Glorieta de Cuatro Caminos y la calle Bravo Murillo los días de lluvia en 1920, a su empedrado y adecentamiento hasta los límites de Tetuán, en el término municipal de Madrid. Antes de 1930, ya se había instalado el alcantarillado, las bocas de riego, el suministro de agua, gas a baja presión, electricidad y una línea telefónica en 1932, convirtiéndose el barrio en uno más de los que conformaban el municipio madrileño.

Calle San Raimundo con calle Topete ( 2008 ).

Calle Don Quijote con Hernani ( 2008 ).

La mayoría de las construcciones que se realizan en los primeros asentamientos, que datan de mediados del siglo XIX, son de factura tosca y marcado carácter rural. Destacan algunas construcciones de más de dos plantas y ático, algo más lujosas, pero por lo general son de una sola planta y en algunos casos con corral o jardín. La foto se encuentra entre las calles Gloxinia, Villaamil y Paseo de la dirección, siguiendo sus fachadas la forma circular de esta última calle.  ( 2008 ).

Calle Tenerife con Juan Pantoja ( 2008 ). Según asegura un lector del BLOG, “esa casa era un edificio de una planta y mi abuelo Don Patrocinio González levanto dos pisos mas. Esta casa está enfrente de la corrala de la calle Tenerife, número 11 ( Sale también en la foto ). Este edificio sale en la última película de Almodovar junto con otros edificios y parques de la zona”. (VER COMENTARIOS)

Sin embargo, antes de que todo esto ocurriese, la barriada se encontraba en una lamentable situación de abandono, tanto el asentamiento de Cuatro caminos como el de Tetuán. El número de habitantes era cada vez mayor y las viviendas eran esacasas y pequeñas. Este antihigiénico hacinamiento, sumado a la escasa salubridad de las calles, el bajo nivel económico de los vecinos y su escasa formación, se traducía en un foco de constantes enfermedades y en un alto índice de mortalidad. Las enfermedades más habituales tenían que ver con el sistema respiratorio o el digestivo. Así, la tuberculosis y las diarreas de diversa índole se cebaban con estas gentes que convivían entre aguas putrefactas, calles sucias y sin empedrar y olores nauseabundos.

 
Fotografía de Tetuán desde la calle de Bravo Murillo (a la derecha), mirando hacia el norte (1929).

El periódico Ya, del 19 de diciembre de 1949, publicaba:

“El suburbio de Madrid es un hedor, una mezcla de hojalata, de solares con sórdidas chozas. Sus habitantes son obreros, gente pobre. Es una ciudad sin techo, un sumidero de miseria, hasta una vara de suciedad en el suelo, ratas, tifus, tuberculosis, promiscuidad. Y más que medicinas necesitan los habitantes del suburbio pan, leche, alimentos…”

El Plan General de Ordenación Urbana de Madrid

Trás la Guerra Civil y como consecuencia del estado de destrucción en que había quedado Madrid por los abundantes bombardeos a la ciudad sitiada, en 1939 el nuevo Gobierno crea la Dirección General de Regiones Devastadas y dependiente de ésta la Oficina Técnica de la Junta de Reconstrucción de Madrid. Será esta Oficina la que elabore el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid, que se realiza en 1941, dirigido por Pedro Bidagor. Este Plan contemplaba la ejecución y desarrollo del Paseo de la Castellana como gran eje representativo de Madrid, remarcando simbólicamente su capitalidad a partir de la creación de ésta gran vía de entrada a la ciudad con un carácter triunfal. El proyecto, por su amplitud, afectaba al barrio de Tetuán en su parte oriental, puesto que el proyectado engrandecimiento capitalino con la creación de barrios residenciales para clase media en torno al Paseo de la Castellana, chocaba con la consolidada barriada obrera, todavía dependiente de Chamartín.

Chabolas y chozas en el límite de La Ventilla con Valdeacederas en los años sesenta, al final de la calle de Pinos Alta, con el Barrio del Pilar de fondo.

Edificio situado en la calle Pinos Alta, de principios del siglo XX.

Taberna Manchega situada en el número 23 de la calle Pinos Alta. La foto es de 1945. “En la foto de la ” Vinícola ” reconozco a vecinos de esé tiempo , el “vaquero ” es familia mia , en fin que ha sido una visita a mi infancia y juventud y que todo lo que se dice es poco sobre la miseria de todo orden que reinaba en ese barrio , lo positivo era la union existente entre los vecinos que muchos casos nos considerabamos hermanos” (Antonio Fontanet).  “La persona que está en el centro de la imagen con las manos en los bolsillos en la foto de la ” Vinícola ” es mi habuelo Alfonso ,ya fallecido entonces tenia 30 años , al lado está su amigo Ramón tambien fallecido.” (Sara). (Ver Comentarios)

Suburbio de Cuatro Caminos, 1945. En esta foto se pueden ver el suburbio de Cuatro Caminos y también los de Valdeacederas y Ventilla. La calle en primer término es la Avenida del General Perón, en donde destacan las dos torres de viviendas de reciente construcción. Si observamos con detenimiento, en la esquina superior izquierda, por encima del grupo de viviendas al otro lado de Bravo Murillo, se observan las arcadas del acueducto de Amaniel ( 1857 ), a su paso por la actual avenida de Pablo Iglesias.

Otra perspectiva del Suburbio de Cuatro Caminos, 1945. En el tercio superior izquierdo vemos el Paseo de la Castellana y a su derecha el bloque de edificios “Corea”.

Perspectiva aérea de La Ventilla en Vía Límite, años 50. Las casas de tipología rural tenían cada una su patio trasero, en donde normalmente se situaban gallineros y cochiqueras para el consumo doméstico.

Dos estampas familiares de finales de los años 40 en la barriada de La Ventilla, en los alrrededores de la actual Avenida de Asturias.

En el límite norte del actual distrito de Tetuán se encontraban las barriadas de La Ventilla y de Valdeacederas, que en los años 40 estaban ocupadas por la población más pobre de la zona, donde abundaban las traperías y las chabolas, sin saneamiento urbano. Por este motivo y dados los planes que estaban en estudio, la Dirección General de Arquitectura se encargó de la ejecución de un grupo de viviendas baratas. En Valdeacederas se contruyó la primera, entre las calles Pinos Alta, Capitán Blanco Argibay (antes Valdeacederas) y la calle de Pinos Baja. En la barriada de La Ventilla las casas se levantaron entre Mártires de La Ventilla, San Benito y calle del Cañaveral (antes de Menéndez Pelayo). A lo largo del tiempo, la construcción de viviendas económicas para realojar a la población que quedaba desplazada por la ordenación urbana del nuevo ensanche y la ampliación del paseo de la Castellana se continuó, ya en 1948, de la mano de la Comisaría de Ordenación Urbana de Madrid, surgida con el fin de gestionar las expropiaciones, la urbanización y la construcción de nuevas viviendas.

Calle de los Vizcainos, perpendicular a Pinos Alta. En la actualidad ( 2008 ), la mayoría estas casitas bajas, de menos de 30 metros cuadrados, han sido ya demolidas y en su lugar se han construido viviendas de protección, donde se ha realojado a sus antiguos moradores.

Calle Marcelina esquina con Albandiego, en el límite de Valdeacederas con La Ventilla. Este antiguo edificio de viviendas, ya desalojado, convive con las nuevas construcciones a la espera de su demolición.

Calle Marcelina, esquina con José. “Casa Goyo”, un testimonio de una casa de comidas del viejo barrio de Tetuán. Esta construcción se sustituirá por nuevas viviendas. (2008)

Edificio en la calle Cedros con General Aranda, en La Ventilla. Su demolición es inminente. ( 2008 )

Dos casitas obreras en la calle Hierbabuena, en el actual distrito de Tetuán. La foto es de 2007.

Poblados de “casas baratas”

Entre las calles Bravo Murillo y la calle de La Coruña, en 1941 se levantó con carácter temporal el poblado de González Villamil. El grupo, destinado a solventar los problemas de vivienda de los más desfavorecidos de la zona trás la guerra, la mayoría de ellos albañiles y con muy bajos jornales, se planificó con 242 casas bajas agrupadas en 18 pabellones cerrados en torno a un patio, en los que cocinas y servicios eran comunes. Las condiciones de habitabilidad eran misérrimas, principalmente debido a las mínimas dimensiones de las viviendas y al hacinamiento de personas que se generaba en las mismas. El poblado permaneció en pie hasta 1963, conviviendo mientras tanto con las nuevas construcciones que se levantaban en la vecina Castellana y en el Paseo de General Perón destinadas a la clase media.

En agosto de 1942 la Dirección General de Arquitectura presentaba el primer proyecto de poblado satélite, siguiendo las propuestas del Plan Bidagor (Plan General de Ordenación Urbana de Madrid, 1941-1946). Se trataba del Poblado del Cerro Palomeras, localizado entre el Arroyo Olivar, la Avenida de Palomeras y la Avenida de la Albufera, en el distrito de Vallecas. El proyecto se basaba en un anteproyecto de Pedro Muguruza, director de la Dirección General de Arquitectura y responsable de los Servicios Técnicos de Falange.

Este Poblado se pensó para un total de 15.000 habitantes, distribuidos en 5 núcleos de 660 viviendas, los cuales incluían servicios de administración y religiosos. Del conjunto, las tres cuartas partes serían viviendas de carácter semirrural, con patio y corral. Sin embargo, Cerro Palomeras no llegó a construirse, pero sirvió de modelo para posteriores poblados: “Tercio y Terol” (Barrio de San Isidro)  y “La Ventilla”. Ambos se articularon alrededor de una plaza con iglesia y abrevadero, y se componían de grupos de casas de una o dos plantas (alguna de tres), en las que no faltaban el patio y el corral. Según los diseños, las dimensiones rondaban los 50 m2 y, en algunos casos llegaban a 100m2.  (La vivienda social en Madrid 1939-59, pág. 14)

Las nuevas viviendas construidas en 1954 en La Ventilla tenían, por tanto, una tipología rural de vivienda unifamiliar, de una o dos plantas y pequeño jardín trasero, adosadas y alineadas en calles que confluían en una plaza con soportales. Los edificios que conformaban la plaza tenían tres plantas, disponiéndose en la baja los locales comerciales y locales de servicios administrativos, imitando a la plaza de cualquier pueblo castellano. Este barrio se derribó en 2004, dando paso a nuevas construcciones adosadas que guardan a propósito cierta similitud con las antiguas, si bien los destinatarios y sus condiciones socioeconómicas nada tienen que ver.

Casas construidas en 1954 en La Ventilla, en la calle Vía Límite. Su tipología era rural, con Plaza interior y su calidad mínima , como correspondía al tipo de construcción económica que se práctico después de la guerra para dotar de vivienda a los trabajadores que carecían de ella.

Una vez derribado el antiguo grupo de viviendas, en 2005 se crearon nuevas construcciones adosadas, que a propósito guardan cierta similitud con las antiguas, si bien los destinatarios y sus condiciones socioeconómicas nada tienen que ver con las del pasado.

Suburbio de La Ventilla, años 50. En el tercio superior de la foto se ve el depósito del Canal de Isabel II, en Plaza de castilla y el Paseo de la Castellana. A la derecha, La Ventilla. Se distingue bastante bien el grupo de viviendas de Vía Limite.

En los años 60 el aspecto del barrio de Tetuán, desde Cuatro Caminos a La Ventilla, era prácticamente igual que antes del inicio de la Guerra Civil. El procertaje de viviendas edificadas desde ese periodo era apenas de un 25 por 100 del total de construcciones, lo que significa que en el conjunto del barrio dominaba la construcción del periodo suburbial, cuando todavía no regía norma urbanística alguna y las viviendas surgían de forma anárquica.

El crecimiento de Madrid a finales de los años 40 obligó a ampliar la superficie del término municipal de la capital, lo que supuso que en 1948 Tetuán, que hasta entonces pertenecía a Chamartín, se anexionase a Madrid. Posteriormente, en 1955, se realizó una división administrativa en la que Tetuán adquiría el estatus de distrito compuesto por los barrios de Cuatro Caminos, Bellas Vistas, Amaniel, Huerta del Obispo, La Almenara, Castillejos, Los Pinos, La Ventilla, Patolas y el pueblo de Fuencarral. Finalmete los barrios quedaron agrupados en Bellas Vistas, Almenara, Cuatro Caminos, Peña Grande y Fuencarral. La integración de Tetuán a Madrid significó también que hubiera que reestructurar el callejero, pués muchas de las calles -casi todas relacionadas con episodios o personajes destacados de la guerra de Marruecos- se repetían, al existir las mismas también en la capital. Así, por ejemplo, hubo que cambiar las calles de O’Donnell que adoptó en nombre de Bravo Murillo, Prim por Tablada, Serrano por Araucaria, etcétera.

Calle Mártires de La Ventilla. Edificio de viviendas desalojado, a la espera del derribo.
Glorieta de los Cuatro Caminos

Entre las calles de Bravo Murillo, Santa Engracia, Artistas y Paseos de Raimundo Fernández Villaverde y de Pablo Sarasate.

Este lugar, que hasta no hace muchos años era un descampado que tomaba su nombre por cruzarse en él el Camino de Francia, en los trozos actuales de la calle de Bravo Murillo, el Camino de Aceiteros y el Paseo de Santa Engracia. Hoy es una plaza amplia y bien trazada, con nuevas edificaciones, habiendo desaparecido el viejo fielato y la bajada de Aceiteros, que comunicaba con los merenderos del Partidor de las Aguas, siendo toda esa parte terraplenada y sostenida por la anchurosa vía en que la Sociedad del Metropolitano levanta su edificio Titánic, grave error, a mi juicio, ya que lleva la hacinación de viviendas, donde debe procurarse la formación de casas independientes con jadín para que cada familia tenga la suya, y aproveche mejor las ventajas naturales de aquellos parajes próximos al campo. El Ayuntamiento ha dado a esta plaza el nombre de Glorieta de Ruiz Jiménez (…) Pero como en todos los casos análogos de estos absurdos cambios de de denominación, el acuerdo municipal solo consigue iniciar una confusión en el vecindario (…).
” ( Las Calles de Madrid. Pedro de Répide, 1922)

Antiguamente era un descampado que tomaba su nombre por cruzarse en él el camino de Francia, en los trozos actuales de la calle de Bravo Murillo, la calle Artistas, el Camino de Aceiteros y el Paseo de Santa Engracia.

La Glorieta de Cuatro Caminos se llena de animación y tráfico a todas horas, no solo por la gran cantidad de población que ha llegado a tener la barriada que preside, sino porque al hallarse junto a ella el ferrocarril, harto menguado, que va a los pueblos de Fuencarral y de Colmenar, y los tranvías de la Ciudad Lineal y de la Dehesa de la Villa, recibe en los días de fiesta gran afluencia de gente del interior de la capital, que llega a solazarse en el campo o en los merenderos que quedan en aquellas cercanías, o cuando es época de ello, acude a la vecina plaza de toros de Tetuán”. ( Las Calles de Madrid. Pedro de Répide, 1922)


Por su importancia local, por su movimiento y hasta por sus grupos de ociosos, esta plaza es una de las sucursales que la Puerta del Sol tiene ya en Madrid, y es la sucesora de ella en la posesión de la fuente central, primeramente colocada en la calle Ancha de San Bernardo, frente a las Salesas Nuevas, al ser traidas las aguas del Lozoya el 24 de Junio de 1858. Las piedras de esa fuente, que conocieron en su segundo emplazamiento.

Los sucesos de la Noche de San Daniely otros sangrientos episodios de nuestra historia en el siglo XIX, han vuelto a verlos análogos al ocurrir en Cuatro Caminos los trágicos acontecimientos de la huelga revolucionaria el 13 de Agosto de 1917″. (Las calles de Madrid. Pedro de Répide, 1922)


Huelga revolucionaria de 13 de agosto de 1917

La carestía de los productos básicos y los bajos salarios durante los primeros años del siglo XX crearon un descontento generalizado en la clase trabajadora que desencadenó una serie de huelgas y manifestaciones, cuyo punto más caliente se alcanzó en agosto de 1917. En Madrid el escenario principal de las manifestaciones fue la Glorieta de Cuatro Caminos, donde se juntaban panaderos, albañiles, tipógrafos y otros obreros, que levantaron barricadas, saboteando cuanto podían y apedreando a los tranvías que pasaban y a los comercios que no se unían a las protestas. Se mandó al ejército a disolver a los manifestantes, el cual se repartió en lugares estratégicos armado con ametralladoras. También actuaron escuadrones de caballería para despejar la zona y cesar los alborotos. Se ordenó cerrar las tabernas, al parecer numerosísimas en la zona, pués servian a los manifestantes de refugio y para reponer fuerzas. En los enfrentamientos, a la cabeza de los cuales había mujeres y niños, hubo numeros muertos y heridos. La revuelta se extendió también por otras poblaciones obreras como la adyacente Tetuán de las Victorias, la Prosperidad, la Guindalera, Ciudad Lineal y Chamartín. En todas ellas se produjeron disturbios, hubo tiroteos y se realizaron numerosas detenciones. (Historia de Tetuán, pág. 214-15).

Plaza de Toros de Tetuán

Estaba emplazado el coso en el espacio que actualmente ocupa la manzana señalada con el número 297 de la calle de Bravo Murillo, entre las calles de Marqués de Viana y Conde de Vallellano. Se comenzó a construir en 1870, dando servicio como plaza de toros o como pista para demostraciones ecuestres. Dejó de usarse como tal y pasó a funcionar como parador, para volver a desempeñar su función original a finales del siglo XIX. Trás varios cambios de titularidad, en 1924 se reformó el edificio de dos plantas que estaba adosado al coso a cargo del arquitecto José Rameno Soriano. En la planta baja se dispusieron despacho de billetes, oficinas y enfermería. En la planta primera, dormitorios, cocina, capilla y un cuarto para el empresario. El estilo de este edificio, que servía de fachada principal a la plaza de toros, era el neomudejar en ladrillo, muy en la línea de las construcciones  de la época y en consonancia con la mayoría de las plazas de toros españolas. Los días de corrida, el barrio presentaba gran animación y la gente se amontonaba en torno a la plaza para ver la entrada y salida de los diestros. Además de corridas, también se celebraban novilladas y becerradas dedicadas al público infantil, e incluso espectáculos flamencos, funciones de teatro y alguna que otra velada de boxeo.

A causa de la guerra civil, el edificio quedó maltrecho y medio en ruinas. A pesar de haber estado incluido en los planes de reconstrucción, esta no se llegó a realizar y el edificio finalmente fue demolido.

Plaza de Toros de Tetuán, 1935.

Los inicios de la remodelación. Años 70.

En los años setenta, funesto periodo para la arquitectura madrileña, en el que se cometieron la mayor parte de los atropellos urbanísticos y de las destrucciones del patrimonio arquitectónico, se elaboró un plan de remodelación del distrito de Tetuán, cuyo objetivo era crear un barrio nuevo partiendo de cero, es decir, derribándolo todo y construyendo de nuevo. En este caso, según las autoras de “Historia de Tetuán”, el Plan se olvidaba de la mejora de las condiciones de vida de los habitantes del barrio en favor de las maniobras especulativas y de la vieja idea de que el eje representativo de la Castellana extendiese su influencia en los laterales. Es evidente que la terciarización de la zona de la Castellana y sus aledaños, y la presión de la cada vez mayor población acomodada que se iba asentando en las nuevas áreas residenciales, estaban en el origen de este Plan.

El suelo liberado con la demolición del barrio se habría revalorizado enormemente y las sociedades inmobiliarias habrían hecho un gran negocio. Y no solo promotoras e inmobiliarias, habida cuenta de que frente a las maniobras especulativas, como es sabido, son numerosos los participantes. La población desplazada, para quienes el Plan no fijaba un reacomodo, habría tenido que buscarse otro lugar para vivir, accesible a sus medios, mientras los nuevos inquilinos del nuevo barrio, de mayor estatus socio-económico, darían al Distrito el “empaque” y la “categoría” que se pretendía. Por este motivo, se estimularon los procesos de reclasificación del suelo y la remodelación del distrito con firme voluntad especulativa y el ánimo del lucro rápido. Afortunadamente el Plan no llegó a ejecutarse.


E
l Plan General de Madrid de 1982

Este Plan de Remodelación de 1982, se propuso para el distrito de Tetuán una actuación bien distinta: actuar en la rehabilitación y remodelación del patrimonio arquitectónico, pero preservando su trama física. De acuerdo a este objetivo se acometieron obras de apertura de nuevas vías y la modificación del trazado de  otras con el propósito de conectar zonas próximas y  de crear una red viaria, necesaria dentro de la trama existente, pero sin que su estructura sufriese alteraciones graves. En este contexto se realizó la construcción del Polideportivo el “Triángulo de oro”, la Plaza de la Remonta y las viviendas que la rodean, en el solar del antiguo cuartel de caballería del mismo nombre. 

Más adelante, las sucesivas intervenciones municipales, junto con la Comunidad madrileña, en el núcleo más antiguo del distrito se han encaminado a eliminar los focos de marginalidad e infravivienda, localizados preferentemente en Valdeacederas y La Ventilla, donde el trazado viario era deficiente así como muy escasas las infraestructuras. En 1986 se eliminó el asentamiento de casas prefabricadas denominado “El Cubillo”, en Valdeacederas, visible durante mucho tiempo desde la propia Plaza de Castilla,  y se dotó al barrio de nuevas viviendas de realojo.

Asentamiento de realojo provisional, junto a la Plaza de castilla, en los años 70. Se trataba de casas prefabricadas de chapa  levantadas con carácter provisional para cobijar a la población de la Ventilla y Valdeacederas que carecía de una vivienda adecuada. El asentamiento se mantuvo durante cerca de veinte años.

Los actuales Planes

Los nuevos planes en ejecución o ya finalizados incluyen recientes actuaciones como la apertura de la Avenida de Asturias que conecta por Sinesio Delgado la Plaza de Castilla con el Barrio del Pilar, con la edificación a ambos lados de viviendas sociales y la eliminación de la infravivienda de las calles perpendiculares a Pinos Alta; la remodelación de la Vía Límite, con derribo de la antigua barrida de Ventilla y la creación de nuevas viviendas.  La remodelación de la calle Marqués de Viana, enlaza con los planes de saneamiento y erradicación de infravivienda en el Paseo de la Dirección, en los márgenes de la Huerta del Obispo, hasta la calle Ofelia Nieto, área que hasta el momento muestra un aspecto de marginalidad muy acusado, en donde se entremezclan viviendas bajas de aspecto rural con edificios de viviendas de varias plantas de más de 50 años y en muy mal estado de conservación.

Estas actuaciones  constituyen grosso modo el proceso de transformación de un barrio que con el tiempo ha ido creciendo en todos los puntos cardinales y que todavía hoy mantiene su vocación obrera y de núcleo de asentamiento para la inmigración, si bien presentando unas contradicciones sociales notables y en aumento. Su evolución y transformación continúa y habrá que esperar a que las próximas intervenciones urbanísticas y los intereses políticos en la zona acaben por redefinir al distrito y a sus diferentes áreas socioeconómicas y funcionales.

Vista aérea de la zona de La Ventilla en 1993. Ya había comenzado la rehabilitación y se iban construyendo las nuevas viviendas en los solares que quedaben después de derribar las casitas que poblaban el barrio. La Avenida de Asturias todavía no existía, si bien ya se intuía su trazado, como se aprecia en la foto. Aún quedaban muchas casas que demoler. En la foto de abajo, imagen actual de Google, se ve el trazado de la Avenida de Asturias flanqueado por las  nuevas viviendas protegidas que acogen a mucha de la población que habitaba antes en las casas bajas. Por último, maqueta de 1995 en la que se muestra el proyecto de remodelación de La Ventilla.

 
Barrio de Valdeacederas-La Ventilla, en Madrid. Este sector fue durante años el principal arrabal del norte de la ciudad, que presentaba una trma urbana escasa y primaria compuesta por casitas autoconstruidas de aspecto rural y edificios de promoción pública de escasa calidad. En los años ochenta del siglo XX el IVIMA se planteó la realización de una serie de unidades de realojo para mejorar los trazados y eliminar la infravivienda. Estas se han ido levantando desde el año 1985 hasta la actualidad en una intervención que todavía dura. Como resultado del plan surgió una nueva calle, la Avenida de Asturias, que comunica la Plaza de Castilla con el Barrio del Pilar.

Vista aérea de parte de la zona de infravivienda del Paseo de la Dirección. Pintado de naranja, el Paseo de la Dirección, y marcado de amarillo parte del área de infraviviendas.

 
Infraviviendas en el Paseo de la Dirección (FOTO: Google Maps, 2009)

Referencias.-

Díez de Baldeón García, Alicia
López Marsa, Flora
Historia de Tetuán
Ayuntamiento de Madrid
Madrid, 1987
Sambricio, Carlos
Madrid: Ciudad-Región
Tomo I: De la ciudad ilustrada a la primera mitad del siglo XX

Comunidad de Madrid
Madrid, 1999
VV.AA.
Madrid, Atlas histórico
Fundación Caja Madrid/ Lunwerg editores
Madrid, 2001
Chueca Goitia, Fernando
Sociología de Madrid
Ed. Cátedra
Madrid, 1954
Jesús López Díaz
La vivienda social en Madrid, 1939-1959.
UNED, Espacio, tiempo y forma, 2002.
VV.AA.
Arquitectura de Madrid
Introducción
Fundación COAM
Madrid, 2003
De Répide, Pedro
Las calles de Madrid
Ediciones La Librería
Madrid, 1999
Tetuán de las Victorias (Fuenterrebollo)
FOTOS de Tetuán de R. Ricote, en Panoramio.
Información estadística sobre el Distrito de Tetuán y sus barrios. pdf
Mapa del distrito y barrios de Tetuán. Ayuntamiento de Madrid.  pdf