LOS CÓDIGOS DE BARRAS: UNA HISTORIA INCONGRUENTE
 

Mucha gente se pregunta por qué una empresa editorial (que seguramente se puso en pié con la sana intención de obtener beneficios) cuando publica un libro y quiere distribuirlo solamente tiene que dirigirse a la página web del Ministerio de Cultura y Universidades [AQUÍ], rellenar un formulario on-line, pagar unas monedas y ¡zás!, ya tiene su número ISBN para generar el código de barras.

Sencillo, barato y gestionado por el Gobierno de la nación.

Para el resto de los empresarios, esto no es así. Cuando uno pone en pié una empresa con infinitos esfuerzos y gastos, al final, cuando por fin va a distribuir su mercancía y el distribuidor le avisa que necesita etiquetas con códigos de barras, siempre se encuentra con la misma palabra: AECOC.

Y hay que reconocer que desde 1977 AECOC ha hecho un excelente trabajo de organización comercial, estructurando y organizando la codificación comercial en España. Pero hoy es un gigante con unas tarifas elevadísimas que se justifican por los servicios que prestan y que no son necesarios para una gran parte de los pequeños y medianos empresarios españoles.

Poner un código de barras no puede costar 1.000 Euros de 2010, en plena crisis, y una anualidad de 200 Euros para el resto de la vida de la empresa. Más aún cuando la afiliación es voluntaria y la situación de monopolio que en la actualidad ostenta esta asociación se ha debido a la inacción de los demás.

AECCI nace con la intención de ser la asociación que ayude a los pequeños y medianos empresarios a distribuir sus productos correctamente identificados, valiéndose de las herramientas de codificación que realmente se necesiten. La mayoría no necesita códigos que incluyan información compleja, identificadores de aplicación, trazabilidad y demás. Necesita pegar un código de barras válido en sus envases y a vender. Y para eso no hace falta sangrar aún más al sufrido emprendedor, que bastante tiene con lo que tiene.

Los códigos de barras que se utilizan en esta asociación comienzan siempre con un prefijo libre dentro de la estructura numérica de GS1 (AECOC), con la intención de coexistir con él en los puntos de venta sin conflictos. La estructura utilizada es la misma, el código EAN-13 (GTIN-13), universalmente aceptado.

Nos ilusiona que nuestra experiencia ayude a otros a hacer mejor y más racionalmente las cosas.

Saludos.

Jorge M. Estébanez
Dr. Ingeniero Industrial