Testimonio de Una Sobreviviente de las Torres Gemelas

Cuéntenos un poco del 11 de septiembre...

Mi Nombre es Beatriz Resendiz trabajo para la compañía  Gear Enterprise  en el área de contabilidad, nuestra compañía rentó desde  hace dos años los pisos del 98 al 100 de uno de los edificios del World Trade Center. (el que fue impactado por el primer avión) Yo trabajaba en el piso 98. 

En lo que a mi respecta estoy saliendo de una terapia contra el cáncer de seno por lo que había estado entrando tarde al trabajo, seguramente en ese horario no hubiera tenido ningún problema con el atentado, sin embargo, la persona que me suplía en el trabajo por las mañanas estaba de vacaciones y desde la semana anterior al martes 11 de septiembre tenia que entrar temprano para sacar el trabajo yo sola.

El lunes entré a las 8:15 am, (si ese día hubiera pasado el atentado no estaríamos platicando) decidí, por la cantidad de trabajo, que el martes debería llegar igualmente temprano. El lunes me dormí una hora antes de lo acostumbrado para no tener problema en la mañana para despertarme, lamentablemente desperté a las 7:15 y molesta conmigo misma por haber despertado tan tarde, me apresure, me bañe me cambie rápido  y salí corriendo a tomar un taxi, llevo muchos años usando esa compañía de taxis, aunque a veces no tenga dinero como ellos ya me conocen, les llamo, me mandan un taxi y les pago mas tarde, todos los días tomo taxi de esa compañía. Pero ese día, por alguna razón que no puedo explicar aunque salí dispuesta a tomar taxi, no lo tomé, no llamé a la compañía, y a pesar que ya estaba retrasada en tiempo, decidí tomar el metro.

Estaba dentro del metro, a mitad de mi camino, cuando, súbitamente, en medio de una estación que no recuerdo el nombre,  se detuvo el tren y  la conductora nos dijo que había unos trenes delante y que en breve continuaríamos, yo esta desesperada, tenia muchas cosas por hacer, y el tiempo se iba, estaba enojada conmigo por no haber tomado el taxi, estaba tomando decisiones que no eran buenas, cuando una señora que estaba al lado mío y escuchando radio dice en voz alta, “algo paso en las “gemelas”, parece que una bomba exploto allí.”    

Todos estábamos intranquilos, y el tren continuo, me baje en Chambers street y la 2da avenida, cuando salí, quedó frente a mi una vista completa de las “gemelas”, el fuego saliendo de las torres y gente en los edificios que movía los brazos pidiendo auxilio y otros mas que temerariamente se arrojaban al vacío.

El avión entro unos pisos debajo de donde yo trabajaba, forzaba mi vista tratando de ver que sucedía en mi piso,  éramos muchos quienes estábamos allí observando y mientras intentábamos entender, analizar y observar, vino lo mas espantoso que he visto en mi vida, la torre donde pego el segundo avión comenzó a caerse, justo frente a mis ojos, los vidrios no se rompían o explotaban, se deslizaban, se escurrían, las paredes se expandían y los vidrios seguían “escurriéndose” lentamente y en poco tiempo donde había un piso lleno de gente no había nada y así el piso siguiente y el otro y el otro, conté unos seis pisos que cayeron de esta forma y después, la torre se derrumbó completamente.

La explosión fue terrible, yo padezco de asma, esta me ataca por razones emocionales y por el humo, y los dos factores se estaban dando en ese momento, frente a mi venía un monstruo de humo, lo sentía como si fuera un gigante que quería devorarnos y nosotros unos pequeñitos que por mas que corríamos el gigante en pocos pasos nos alcanzaba. Al ver esa masa de humo frente a nosotros, corrí  hacia mi izquierda, y todos los que estábamos allí también, un señor de origen chino estaba junto a mi y con voz serena  y tranquila me decía “yo se que te duele, yo se que son tus amigos, pero debes ser fuerte, tranquila” y con esa voz tan serena me tranquilizaba.

Vimos una tienda con muchas personas dentro, tocamos  y pedimos entrar, el dueño de mala gana abrió la puerta y dijo: “solo ustedes y nadie mas”. Dentro, ya tranquilos, me derrumbé, lloraba y gritaba y mi acompañante me abrazó, me daba masaje en la espalda y me decía “yo se que duele, son tus amigos, pero tu estas bien, tranquila” y así me hablaba con su voz serena y gracias a Dios y a el, no tuve el ataque asmático que yo temía me viniera.

Después de un tiempo, el dueño de la tienda dijo que iba a cerrar y nos pidió salir, sabiendo que el humo aun continuaba denso le pedí me vendiera una mascarilla, como ya no le quedaba ninguna, le pedí que me prestara su baño para quitarme una playera que llevaba debajo y usarla como mascarilla, Así lo hice, entre al baño, me quite la playera y las personas que estaban conmigo salieron y me esperaban en la calle, mientras estaba  saliendo  escuche a la gente gritando, “OH MY GOD, OH MY GOD”. Y una nube enorme de humo café con partículas de ceniza los envolvió a todos, quedaron completamente cubiertos de ese humo, un humo café que se les cubrió toda la ropa, y el rostro, la visión era grotesca. Y una vez mas mi Dios me había salvado.

Llegó en poco tiempo una ambulancia y unos bomberos, con una manguera rociaron a todos, les lavaron el rostro y las enfermeras les lavaban la garganta, lavaron la puerta del negocio que nos albergó y nos fuimos, yo fui a las oficinas centrales de mi compañía, allí recibí terapia, nos ayudaron y a las 11 de la noche llegue a mi casa.

Háblenos un poco de sus compañeros de trabajo. ¿Cuantos se salvaron del piso donde trabajaba?

Ninguno, todos los que estaban en mi piso trabajando, todos mis compañeros de trabajo están muertos. Jóvenes, estudiantes de maestría y doctorado, que laboraban allí, todos murieron.

Se salvaron algunos que no estaban en el piso sino subiendo al trabajo o llegando apenas al edificio.

Barry Richadrs es un joven que se sienta a mi lado en la Iglesia, y es mi compañero de trabajo, el me contaba que estaba en el primer elevador, (en las gemelas había dos elevadores uno que llegaba al piso 78 y allí tomábamos el otro hasta el piso 98 donde trabajábamos) El estaba en el piso 17 cuando escuchó el estruendo del choque del avión, “Un estruendo terrible que no olvidaré por el resto de mi vida”, me decía, “abrimos el elevador, salimos de allí y corrimos por las escaleras, tardé como 10 minutos para llegar a la calle, ya fuera seguí corriendo pero a mi lado caían cuerpos por todos lados, seres humanos desesperados que se lanzaban al vació y caían a mi lado en una escena aterradora  e inolvidable.”

Este joven lamentablemente esta muy impresionado y no quiere hablar con nadie. Solo conmigo platicó esto.

Una supervisora que estaba con otro compañero de trabajo estaban esperando el elevador cuando sintieron el impacto del choque, algunos se metieron en un elevador abierto para bajar mas pronto, el muchacho que la acompañaba se quiso meter al elevador pero ella le dijo no, nosotros nos vamos por la escalera. Ahora están vivos, quienes se quedaron en el ascensor están muertos, la gasolina del avión escurrió hasta el elevador y las llamas pronto los alcanzaron, la decisión de salir por la escalera los salvó.

Hace poco a mi me diagnosticaron cáncer de seno, mientras se me descubría el cáncer la empresa estaba pasando por problemas económicos y en proceso de fusión, estaban despidiendo a muchas personas  y yo me encontraba haciendo el trabajo que normalmente lo hacían cuatro empleados, con mi problema del cáncer temía que la empresa tuviera mas problemas, pero afortunadamente, sin todavía decirle a mi jefe de mi problema de salud, me dijo que habían contratado a una persona que me ayudaría con mi trabajo, agradecí a Dios por eso, y todavía más por la persona tan inteligente, responsable y capaz que era, continuamente yo le agradecía a ella y le decía que era mi ángel en el trabajo…hoy ya no esta más con nosotros. No quiero ni pensar en como fueron sus últimos momentos.

¿Como se siente ahora?

Pues, mire, creo que yo lo estoy pasando bien, todavía no alcanzo a comprender del todo que sucedió ese día, pero me a ayudado el ver las bendiciones de Dios entre tanta desgracia.

Dios me dijo ese día que no era MI itinerario el que importaba, que era SU itinerario y que ese día yo no tenía que estar trabajando. Que ese día yo no tenía que morir.

Dios me puso a una persona que con voz serena y las palabras adecuadas no me permitió tener un ataque asmático por motivos emocionales.

Dios me dio un refugio en una tienda y no me permitió salir en el momento en que la nube de humo café llenaba a las personas que estaban conmigo. Y no me afecto el asma.

Esas grandes bendiciones me permiten ver el atentado desde una perspectiva donde Dios esta al control, El sabe porque murieron las personas que fallecieron,  Dios sabe porque  nos salvamos otros. Estamos en su manos, el tiene nuestro itinerario en su mano y ni un cabello de nuestra cabeza cae si El no lo permite.

Si Dios tiene un plan para mi sólo le pido que me lo haga saber  para poder cumplirlo.

En este momento Juan 15:5 me ha llegado mucho al corazón, sobre todo en ingles, pero en español también es bonito, podemos confiar plenamente en las palabras de Jesús “…separados de mi nada podéis hacer” …

...La voz que esta al otro lado en mi teléfono se paga, el clic me vuelve a la realidad, acabo de escuchar el relato de una mujer que sabe que está en manos de Dios, que su fe a sido fortalecida en medio de la mayor desgracia de este siglo , que dentro de los problemas  sabe ver las bendiciones. Y agradezco a Dios que aun en medio de los problemas, aun en medio de un mundo convulsionado por el terrorismo, podemos estar seguros que El está al control.

Gracias, Beatriz 

Tal como le fue contado a Leonardo Ramírez
Presidente del Ministerio Electrónico
http://www.tagnet.org/ministerioelectronico/nyegw.htm 

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