domingo, 13 de septiembre de 2009

USA. Día 6: la Casa de la Cascada

15 de junio de 2009, lunes.


nos levantamos, hacia las 7:30, el desayuno nos esperaba en el salón principal de la casa "Country Seasons". Allí encontramos dos parejas canadienses que habían pasado también la noche en la casa, y mientras dábamos cuenta del zumo, el café y la bollería variada, conversamos con ellos, en nuestro inglés rudimentario, sobre Barcelona, ya que era la única ciudad que habían visitado en España.

Cuando terminamos de desayunar recogimos nuestro equipaje y nos despedimos de nuestros anfitriones, James y Liberty Sprague, que en todo momento se comportaron muy atentamente con nosotros.

Luego nos metimos en el pontiac y nos fuimos en busca de la famosa Casa de la Cascada, conocida en inglés como Fallingwater, obra del arquitecto Frank Lloyd Wraight.

Esta joya arquitectónica se encuentra en Route 381, Mill Run, PA, apostada sobre el arroyo del Oso (Bear Run) y rodeada de exuberante vegetación en las inmediaciones del río Youghiogheny.

La visita guiada cuesta 20$ por persona y los tickets pueden comprarse por internet. Está totalmente prohibido tomar fotos en el interior de la casa, pero en el exterior se puede aprovechar para dar un paseo por los senderos que la circundan y sacar fotografías desde diferentes perspectivas.

Diseñada entre 1934-1935 y construida durante 1936-1937 por encargo de Edgar Kaufmann, dueño de unos grandes almacenes en la cercana Pittsburgh, es considerada la obra maestra del que es para muchos el mejor arquitecto estadounidense.

La Casa de la Cascada se convirtió en la casa de campo de la familia Kaufmann desde su construcción hasta 1963, y desde 1964 se encuentra abierta al público.

La casa se construyó tratando de integrarla en el entorno natural, así la propia roca sirve en ocasiones de elemento estructural, soportando muros y vigas, y otras de elemento decorativo, conformando los muros de mampostería.

Sin embargo, marcan un claro contraste con el entorno sus formas ortogonales, su arquitectura de líneas rectas. La línea horizontal viene dada por los forjados y antepechos de las terrazas que, acabados en un monocapa color crema, vuelan sobre el arroyo del Oso. La línea vertical, además de por la propia cascada, aparece claramente marcada por los robustos muros de mampostería que conforman la chimenea, la cual parece soportar en el aire toda la casa.


En el interior el sonido de la cascada puede escucharse en todas las estancias. Las paredes se encuentran acabadas de manera similar al exterior, apareciendo de nuevo los muros de mampostería, de forma que interior y exterior parecen confundirse. El suelo igualmente es de piedra, pero ésta lleva un tratamiento de abrillantado que la asemeja a la piedra mojada del lecho del arroyo. En el salón, junto a la chimenea, varias rocas naturales afloran del suelo y muy cerca una escalera, que cuelga mediante cables de acero del forjado de la primera planta, permite bajar hasta una plataforma situada junto al arroyo.

Las candilejas de los techos, con el fin de ocultar la iluminación, las carpinterías ortogonales de las ventanas, las estanterías, así como casi todo el mobiliario, de marcadas líneas rectas, son diseños exclusivos para la Casa de la Cascada, realizados por Wright.

Sin lugar a dudas la Casa de la Cascada es el mejor ejemplo del concepto de Wright de "arquitectura orgánica": la unión armoniosa entre el arte y la naturaleza.

2 comentarios:

Jonatan dijo...

Oh my God, I want one like that!!
Que viene a querer decir que me corroe la envidia jajaja.
Bonitas imágenes.
Un saludo

Deprisa dijo...

Esa casa tiene su fama más que justificada. Y a mí también me corroe la envidia, vaya pedazo de viaje que os debéis estar pegando.

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