Pulgarcita

Érase una mujer que anhelaba tener un niño, pero no sabía dónde irlo a buscar. Al fin se decidió a acudir a una vieja bruja y le dijo: - Me gustaría mucho tener un niño; dime cómo lo he de hacer. - Sí, será muy fácil -respondió la bruja-. Ahí tienes un grano de cebada; no es como la que crece en el campo del labriego, ni la que comen los pollos. Plántalo en una maceta y verás maravillas. - Muchas gracias -dijo la mujer; dio doce sueldos a la vieja y se volvió ...