Cap.9 - Las editoriales musicales


       Muchos confunden a la editorial musical con la discográfica o una distribuidora. En realidad, es una empresa dedicada a elaborar partituras, libretos y cancioneros de la música publicada por sus artistas. También registra los temas musicales en la Propiedad Intelectual y en SGAE, a fin de que el autor perciba sus derechos; por último, representa y protege los intereses de su repertorio, y presta un valioso apoyo legal y administrativo a sus autores.

       Dado que su actividad principal radica en trabajar con canciones, es habitual que los compositores estén en contacto con las editoriales para hacer llegar sus temas a aquellos intérpretes que no componen. También las discográficas recurren a ellas con frecuencia para nutrirse de temas o de algún prototipo de artista que anden buscando. Moraleja: tenlas muy en cuenta a la hora de promocionar tus pistas.

       En cierto modo, son como un banco musical y como tal, cobran un tanto por ciento por cada tema que gestionan. Si eres un autor desconocido te cobrarán por tiempo indefinido un 50% de los derechos que genere tu canción. Esta cifra puede reducirse según tu popularidad, aunque rara vez bajará del 30%. Ahora bien, no es de recibo que muchas discográficas cuando fichan a un artista le impongan como condición -no escrita- que publique los temas a través de "su" editorial; de entrada no es obligatoria para publicar un disco, otra cosa es que te interese por las ventajas que ofrece (los anticipos a cuenta de derechos de autor entre otras). Sin embargo, esto está sucediendo con demasiada frecuencia, hasta el punto de que si decides no firmar el contrato de editorial, puede que ciertas discográficas pierdan el interés por tu querida música, puesto que ya cuentan con ese ingreso extra para ofrecer una parte a las editoriales "adjuntas" a las grandes plataformas de la comunicación y así conseguir un apoyo promocional extra. Los derechos de autor son un goloso pastel que todos quieren probar.

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