LA MUERTE DE OSAMA BIN LADEN

LA MUERTE DE OSAMA BIN LADEN

Lo dije ya cuando se mostró al mundo la fotografía de un Sadam Hussein ajusticiado…

 

Con esta condena se ha perdido la oportunidad de demostrar que es posible frenar la espiral de violencia. Con esta condena se ha perdido la oportunidad de demostrar que es posible ofrecer una respuesta diferente a la violencia. Con esta condena se ha perdido oportunidad, quizá histórica, de afirmarse en la idea de que la reconciliación entre los pueblos del mundo es posible.

https://almaleonor.wordpress.com/2006/11/21/la-pena-de-muerte-de-sadam/

 

¡Cuánto habrían ganado la democracia y la concordia en el mundo si no se le hubiese condenado a muerte! La justicia también se ejerce mostrando benevolencia y reconciliación. Por aquel entonces muchos de los que gritaban a diario por la abolición de la pena de muerte, o por la penalización del aborto, se felicitaron por aquella escena macabra. Se había hecho justicia. Un dictador menos. El fin de un genocidio. El principio de otro….

No hemos escarmentado. Seguimos midiéndonos y midiendo por distintos raseros. Se organiza una operación norteamericana en un complejo residencial de lujo en Pakistán (país con el que no se está en guerra) para “matar” (ese era el objetivo) al líder de Al Qaeda, el enemigo número uno del mundo, de Occidente, de la OTAN, de EEUU… Osama Bin Laden. El Presidente norteamericano, el “yes we (I) can”, afirmaba ayer que “se ha hecho justicia”…. Justicia.

Desde que en el 2001 las Torres Gemelas de Nueva York cayeran por un atentado terrorista, las cosas han cambiado en el mundo. Seguramente esa fecha del 11 de septiembre del 2001 figure en los próximos anales de Historia como la del inicio de una nueva era, como lo fue aquella del 9 de Noviembre de 1989 cuando cayó el muro de Berlín. En aquella ocasión se acabó pacíficamente no sólo con el Comunismo, sino con toda la política de bloques nacida tras la SegundaGuerraMundial, por ende, también con el concepto de “Occidental” como paradigma enfrentado “al otro”, al enemigo del mundo, de occidente, de la OTAN, de EEUU… el Comunismo de corte stalinista. Estaba claro que para sobrevivir, occidente necesitaba de “otro” enemigo al que batir. Tal y como Saramago, en “El Evangelio según Jesucristo”, le hacía decir a Dios en una conversación con el Diablo: “Para que exista yo… tienes que existir tú”.

El enemigo a batir resultó ser el islamismo, enemigo por cierto desde mucho antes, del judaísmo y del catolicismo más recalcitrante. Desde 1989 el mundo, efectivamente, ha cambiado mucho, hemos pasado de la simple Globalización comercial a la total “Macroglobalización” financiera y fiduiciaria, un Neoliberalismo ultracapitalista, ultraconservador y ultracatólico que hizo derrumbarse el Estado de Bienestar al implantarse como modelo hegemónico. El mundo no se hizo mejor, pero sí una parte de ese mundo se volvió más rico, mucho más rico, mientras la otra gran parte del mundo se convirtió en pobre, cada vez más pobre. Y ambos más intransigentes.

La reafirmación occidental, capitalista y católica, le hizo sentirse el único paradigma mundial válido tras la desaparición del comunismo como forma político-económica de vida, y la desvirtuación del islamismo como religión frente al auge del judaísmo y el cristianismo protestante (recordemos a Fukuyama que llegó a anunciar “el fin dela Historia”), lo que no ha hecho sino exagerar la reafirmación del contrario, del denostado, del olvidado, del utilizado, del pobre e intransigente… y muchos musulmanes, árabes, islamistas, yihadistas, talibanes… integristas e intransigentes, se volvieron contra un occidente que hasta ese momento imitaban (recordemos muchos casos paradigmáticos como Turquía, Líbano, Arabia Saudita…). Pero no eran todos, ni era el pueblo llano. Al menos no todo él. La mayoría está en su tierra sufriendo las consecuencias en forma de muertos y sangre, otros emigraron para huir de tanto odio.

La inmigración acabó por hacer llegar el mensaje a toda la población en occidente. En cada municipio, por pequeño que fuese, aumentaba una comunidad musulmana que a lo mejor llevaba ahí más tiempo que muchos de sus vecinos, o se instalaba una que era tan nueva como el resto de ellos, pero que ahora comienza a “molestar”: Son más, tienen más hijos, trabajan (o no trabajan y molesta su ociosidad), ocupan las sillas de los ambulatorios, piden más mezquitas, y como dicen algunos “exigen y exigen”. Frente a ellos, en cada municipio y ciudad, incluso en las más grandes y cosmopolitas, el catolicismo se reafirma en sus pláticas anti-laicistas y acusa a todos y a todo de “conspirar” contra su existencia…. Intransigencia por doquier.

Los atentados del 11-S en EEUU, y los del 11-M en Madrid, y 7-J en el Reino Unido, fueron la respuesta del terrorismo islámico intransigente a esta nueva situación mundial. La Guerra de la OTAN y los EEUU contra Irak y contra Al Qaeda (y la no declarada contra todo lo “islámico”), la respuesta intransigente de occidente. Con la muerte de Sadam Hussein se perdió la oportunidad de demostrar al mundo y a nosotros mismos, que occidente y la democracia (y hasta el cristianismo ultraconservador), pueden ser tan duros y crueles como humanitarios y benevolentes. Se venció y se ajustició a Sadam, pero la guerra continuó. Y también la pena de muerte en el mundo.

Desde la muerte de Sadam en el 2006 se dieron pasos más allá. Desde entonces la guerra contra Al Qaeda se situó en todos los frentes ya sin un territorio definido, mientras las respuestas terroristas se multiplicaban igualmente sin que en occidente se reconociera más que una “insurgencia”, no un estado de guerra continuo. Los enfrentamientos llevan a enfrentamientos. Sin salida. Sin solución.

El objetivo ahora no ha sido llevar a Bin Laden ante un Tribunal de Justicia para ser juzgado por crímenes de lesa humanidad. El objetivo no ha sido hacer prevalecer las leyes de la democracia (el paradigma único), de la justicia y de la actuación transparente, sino actuar rápida, certera y letalmente en cuanto se tuvieran noticias del paradero del líder musulmán para matarle, para acabar con su vida, para hacerle desaparecer. A Sadam se le mostró públicamente derrotado, herido y muerto. A Bin Laden se le ha “arrojado al mar” (las fotos publicadas están siendo cuestionadas en todos los medios de comunicación, como posiblemente manipuladas). No ha habido ningún juicio. No se le ha considerado culpable. No se le ha ajusticiado. Se le condenó previamente a su captura.

Es posible que como decía Obama  se haya “hecho justicia”, o que el mundo duerma a partir de ahora un poco más tranquilo, como han afirmado otros líderes políticos tras conocerse la noticia. O es posible que “el mundo tema ahora la venganza de Al Qaeda” como también rezan algunos titulares de prensa. Lo sabremos en los próximos meses, o tal vez años. Pero para mí, no es cierto que ese ataque y muerte de Bin Laden represente “un triunfo para los valores de todas las naciones democráticas” como afirma B. Netanyahu, el Primer Ministro israelí, porque en primer lugar, ni él ni su país respeta esos valores y en segundo, la democracia no significa “ataque y muerte”, sino “captura y justicia”. Como tampoco respeta los valores democráticos el Primer Ministro italiano Silvio Berlusconi, quien afirma que “es un importante resultado en la lucha emprendida contra el mal”, mientras en su país cambia arbitrariamente las leyes para que no le perjudiquen personalmente ¿eso no es el mal del mismo modo? No para Berlusconi. Otros líderes políticos occidentales siguen en sus declaraciones en la misma línea, pero ninguno tan contundente como el Secretario General de la OTAN, Anders Fogh: “continuaremos defendiendo lo que Al Qaeda pretende derrotar”. Sería hasta una buena frase si no viniera dela OTAN. Cuando en su seno se habla de “defender” significa lanzar una “guerra preventiva”.

Tampoco estoy de acuerdo con políticos musulmanes, como Hamid Darzai, el Presidente de Afganistán cuando dice que “los talibanes deben aprender la lección y dejar de combatir”, eso solo es una parte del problema y nadie “dejará de combatir” por la muerte de un líder, sino que muy al contrario se reafirmará en su lucha al convertirlo en mártir por su causa. Ni coincido con Amru Musa, Secretario General de la Liga Árabe cuando afirma que “nunca hemos apoyado a Al Qaeda ni a ningún tipo de violencia”, porque no denunciar lo que ocurre en el interior de los países musulmanes (cuya respuesta ciudadana se está viendo últimamente en casi todos ellos), silenciar las represiones y matanzas internas en los países miembros dela Liga Árabe, dar cobijo en esos países a quien estaba matando occidentales en su nombre, toso eso, son modos de apoyar la violencia.

De verdad que me alegraré y mucho de que la muerte de Bin Laden suponga un paso de gigante hacia el fin del terrorismo, pero sentiría mucho, muchísimo, que esta muerte significase un avance más hacia la hegemonía total y absoluta del neoliberalismo occidental capitalista sobre otro tipo de pensamiento y forma de vida. Como he dicho por ahí, soy persona de diversidades y de colores, no de monocordes hegemonías.

Podríamos hablar de esto hasta la saciedad y poner miles de ejemplos, pero lo que pasa hoy en día tiene profundas raíces económicas y políticas más que religiosas, pero es esto último lo que nos están «vendiendo». Bin Laden no era un santo varón y Al Qaeda no era una ONG, desde luego, pero la respuesta de occidente no puede ser del mismo calibre que su ofensa terrorista. Seríamos iguales. Y eso es contra lo que clamo

AlmaLeonor

(Las opiniones de los líderes políticos se extrajeron de la edición impresa de El Día de Valladolid de fecha 4 de mayo de 2011 http://www.eldiadevalladolid.com)

14 respuestas a «LA MUERTE DE OSAMA BIN LADEN»

  1. Es curioso como las autoridades españolas que hace pocos días decían que no se podía poner vigilancia a Troitiño (un terrorista y asesino probado) porque lo impedían las leyes, ahora felicitan a Obama por haber ejecutado a un presunto (no ha sido juzgado) terrorista.
    No quiero decir con esto que hubiera que vigilar al etarra, ni que no se debía ajusticiar a Ben Laden, lo que quiero decir lo entienden perfectamente las personas inteligentes que se acercan a este espacio.
    Un saludo Alma.

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  2. Uuuppss, no puse el comentario a tu artículo aquí, sino en la entrada de Hussein. Lo siento, Alma. Tu reflexión es tan honesta y lúcida… Gracias.

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    1. ¡Hola!
      Paloma, esta mañana me volvía loca buscando tu comentario en el artículo después de aprobarlo, jejejeje, ahora entiendo por qué no lo encontraba.
      Recomiendo a todo aquel que se asome a esta entrada que pinche en el enlace del principio (Sadam Hussein) y lea el comentario que ha escrito Paloma sobre este artículo (Osama Bin Laden). Merece muchísimo la pena leer uno de los análisis más certeros de la actualidad que se pueden hacer a la luz de esta noticia. Gracias de nuevo Paloma.
      Besos.AlmaLeonor

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  3. esta bien hecho q le dieron muerte a ben ladem ya q el daño a mucha gente en este mundo ya era hopra der darle un parado a esto si no todavia estubiesemos llaeno de pavor y no es justo q vivamos de esa manera
    .solo el q hace daño tiene q pagar por sus mismos daños sui no vas hacer el biem alejate pero tampoco agas el mal

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    1. ¡Hola!
      Daniel, uno de los mayores males que han podido hacer tanto los Bin Laden, como los poderosos de otras latitudes, es dejar caer a la gente en la ignorancia y en la estulticia. No sé muy bien a cual de los dos casos corresponte tu forma de escribir. En todo caso, y por si no ha quedado claro en mi artículo, no creo en la justicia «ojo por ojo», esa corresponde a otra época y a otro estado de cosas.
      Besos.AlmaLeonor

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  4. Osama no esta muerto, no se hay en todo esto pero creo que el proximo atentado va a ser en italia, vaticano quizas, para que se peleen a muerte musulmanes y cristianos y quien gana : los dueños del dinero internacional y que inventarón el interes, ojala este equivocado.

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  5. Y yo creia q era la unica q pensaba asi, muchos no aplican el razonamiento en ese expectro ,es mas profundo, mas humano y definitivamente mucho mas logico esto no termina aki esto es mucho peor de lo q parece sin contar q la muerte por ningun motivo debe de ser festejada no existe regocijo en ello no existe victoria en ello gracias por tu comentario.

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    1. ¡Hola!
      Muchísimas gracias ati Luz Bella por entrar en HELICÓN y dejar tu opinión. NO te creas que somos pocos los que pensamos así. Afortunadamente hay mucha gente lúcida todavía en este mundo. Gracias de nuevo.
      Besos.AlmaLeonor

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  6. Solo los muertos conocen el final de la guerra, ojo por ojo es echar leña al fuego y mantener viva la llama del odio. Esta historia nunca acabará mientras el interes económico se anteponga al perdón del projimo. Tenían a Osama como el malo, ¿Pero acaso es mucho mejor el señor Bush? La carta de los derechos humanos la redactan los mismos que asesinan y la vida de un niño de palestina vale mas que la muerte de un estadounidense, no digo americano pues EEUU no es América aunque nos lo vendan así. Me gustó mucho tu entrada, concuerdo totalmente contigo. De hecho me tope con ella de casualidad y me causó tan buena impresión que leeré las demás. Saludos

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