El sentido de un planteamiento holístico obedece a la acuciante necesidad de tratar "la realidad": la salud, el crecimiento personal, la educación, como áreas del saber que son plurales en su composición e interacción, configurando y definiendo así un propósito, y una "praxis global" que amalgama a estas parcelas de la ciencia en un territorio aún por explorar: el neuroaprendizaje.

miércoles

Neuroaprendizaje y Ciencia Holística


Si nos atreviésemos a subrayar hoy la relevancia de la ciencia en nuestro día a día, la opinión general sería la de insuflar y alentar esta posición, al tiempo que se cataloga de anticiencia lo que fuera de ésta quede excluido. La defensa de un argumento o razonamiento lleva aparejada casi siempre, la ofensa hacia el contrario.
Así, hemos encontrado a lo largo de los siglos, todas las polaridades que configuran nuestra visión del mundo y de las que participamos definiendo y delimitando las parcelas de la realidad a las que dedicamos nuestro tiempo y atención.  

Ante la ciencia, sólo nos quedan dos opciones obviarla y excluirla de nuestras miras, o implicarse con ella y concordar con sus tesis y sus praxis. Por un lado, podemos acoger los fundamentos de la ciencia y comulgar con ellos - satisfaciendo de paso el aspecto gregario de nuestra naturaleza humana -,  y proceder según el método científico reglado con pleno consentimiento de sus aciertos y sus limitaciones. Y por el otro, hacer que la práctica de destrezas y/o técnicas, en conjunción con la capacidad de observación personal y por qué no junto a la comunicación con otras personas o entidades afines a nuestros intereses, constituyan todas nuestras herramientas de trabajo.

Además hay una cuestión palpitante y de plena actualidad, que por las razones socio-ideológicas que sean fuerzan aún más la sana costumbre de saber elegir por uno mismo. Me refiero a la descubierta desazón con la que arremete la clase científica contra el que no se proclama serlo - no hace falta recordar que a Miguel Servet lo quemaron en la hoguera- , tildándo a áquel de timorato, charlatán o cuanto menos de inexacto. La beligerancia también se libra desde el lado acientífico contra su contrario, dando expresión a epítetos bastante malsonantes que el pueblo llano ha creado con su habitual descaro y sorna. Por ejemplo, al psiquiatra, se le ha llamado “loquero”, al médico “matasanos”, etc.

De modo que ejemplos de los dos bandos no faltan para calificar a uno u otro.

Pero, ¿realmente hoy sólo hay dos opciones? ¿Debemos escoger entre profesar a renglón seguido el método científico o a abominar de él como si se tratase de una jaula oxidada donde pudrirnos?

En esta disyuntiva navegamos muchos ya hoy en día, y desde este espacio de propuestas y discusiones que constituye este blog, queremos arrojar un poco más de luz sobre este y otros asuntos que guardan relación con el desarrollo humano y el Neuroaprendizaje. 

Y traigo ahora a colación este eterno debate con el propósito de definir con claridad cual es la postura entre uno y otro bando. Bien, la postura de Asoenap es integradora y racional. Y me explico como portavoz principal, y como presidente de la misma, y como investigador y experto en el área de Neuroaprendizaje y las terapias holísticas que no sólo atañen a nuestra salud, sino también a nuestro bienestar y capacidades de desarrollo individual y social. Consideramos que el aprendizaje y la salud no son un campo cerrado, donde tenga cabida un único planteamiento, y que la perspectiva que ofrecen las ciencias holísticas es mucho más enriquecedora, ecológica y práctica para ofrecer la solución de cuestiones cotidianas que un modelo centrado en la biología celular, pongamos por caso, o en aspectos puramente orgánicos, químicos o técnicos.

Pues el puente que nos ofrece el modelo holístico que el Neuroaprendizaje preconiza, constituye en primer lugar una salvaguarda de la defensa de los aspectos intercomunicados que constituyen "el todo" que somos cada uno, y por tanto cuanto más respetuoso y multicausal sea el modelo de abordaje, más podremos sumar el esfuerzo común como una vía de integración y propuesta de un mejor modelo y de mejores procedimientos, que faciliten o solucionen aspectos relacionados con la atención, la inteligencia, la memoria, el aprendizaje y el fomento del desarrollo de los dones positivos del ser humano.

Por tanto, no somos genetistas, ni atendemos al reduccionismo parcial de una única causa, como el gen o el virus tal o cual, nuestro desarrollo holístico no se va a parar por la desarmonía de un sólo elemento; ni tampoco compartimos que la facilidad o dificultad atribuída a una cuestión que tenga que ver con nuestra salud o aprendizaje, provenga siempre de la misma esfera de causas: la orgánica, o la química, o la emocional o afectiva, etc…

Desde el esfuerzo diario con el Neuroaprendizaje, sabemos que "no hay enfermedades sino enfermos", y que en cuestión de mejorar nuestras capacidades no hay un único método de aprendizaje sino la acertada combinación de varios de ellos, y que todas las áreas de la realidad se apoyan y se contrastan creando una singularidad individual para cada uno de nosotros. Ese es nuestro método, nuestra vanguardia y el quid de nuestra razón de ser.

Como dice el personaje que Will Smith interpreta en La Leyenda de Bagger Vance: “debemos encontrar nuestro sitio en el campo…”

1 comentario:

  1. Muy buena la propuesta del blog! Espero que empiece a crecer!

    Te he agregado en Blogs en Español:

    http://blogsenespanol.blogspot.com/

    Saludos!

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