sábado, 30 de abril de 2011

"...pienso donde no soy, luego soy donde no pienso."

Por Darío Gabriel Medrano

Como la teoría Lacaniana, establecer parámetros para encauzar un pensamiento acerca de la totalidad, resulta un tanto complejo. Ciorán era un gran poeta, un gran nihilista. Tal vez un poco más romántico que Nietzsche. Ahora bien, yo creo que cada uno es un mundo, y que el mundo, en definitiva, no se encuentra en ningún lugar. Cómo abandonar el yo, cómo afirmar la existencia de la idea por fuera del cuerpo, de la consciencia. Pues con el tiempo, me he ido convenciendo de que no existe sustancia más allá del hombre, pues no hay pensamiento más originario. Desde la perspectiva del sujeto, cómo comprender lo que hay más allá de los propios límites de la razón?
He meditado mucho, últimamente. Y he llegado a pensar en que el hombre se ha creado a sí mismo, cómo ha creado cada cosa del mundo que lo rodea. Lao Tse (Que para beneficio de muchos no entra en los cánones de las corrientes de pensamiento filosófico, porque la Filosofía es occidental) ha dicho que todo lo que ha sido nombrado es un invento del hombre. Todo existe en la justa medida de nuestros pensamientos, entonces ¿Qué es la tristeza? ¿Qué es el dolor? ¿Qué es el amor?... Pues bien, sufrimos y amamos cuando meditamos, cuando pensamos. El saber nos invade de sentimientos; cuanto más sabemos más padecemos, identificamos, cada vez más, nuestras carencias... Y entonces escribimos, porque siempre escribimos desde la imposibilidad, desde la incompletud. 
Yo creo que la totalidad está en el ser, que es al mismo tiempo nada. Heidegger formuló la pregunta fundamental de la metafísica "¿Por qué es el ser y no la nada?" Y será acaso que estos dos conceptos son variaciones de una misma sustancia? Me pregunto si existe la nada fuera del ser y si existe el ser fuera de la nada.... Quizás eso es lo que busco cuando me pierdo,  cuando me abstraigo de la realidad, para entender mi concepción de sujeto, que fue casi extinta por la modernidad y la antropología social. Quizás por eso nos vamos, nos vamos en busca de algo, en busca del todo, aunque el todo resulte un concepto tan utópico. Creo que la mente nos pone a prueba, nos limita a nuestro cuerpo físico, a nuestro confinamiento terrenal. Pero qué habrá más allá? Según el círculo de viena, nada hay más allá. La metafísica ha muerto, o eso han dicho. Pero yo creo que la metafísica nunca existió, ni el empirismo. No más allá de nuestros propios pensamientos. Todo lo hemos creado, y el punto es volver  a la unidad del pensamiento, a la sustancia responsable de que todas las cosas tengan un grado de posibilidad. 
Muchos dicen que ya todo ha sido inventado, yo creo que el siglo XXI aún se conserva virgen de estos descubrimientos, que aún es posible revolucionar el pensamiento y con ello la sociedad entera. Pero habrá que empezar desde el principio, del principio de todas las cosas, del ser...

1 comentario:

  1. D. gracias por siempre mantener debates filosóficos conmigo por email, aunque nadie comente tu entrada, sabes que sos genial. Flores a tus pensamientos.

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