lunes, 28 de enero de 2008

Trabajaré por los valores y la autonomía territorial”: Cacique Zenú


El cacique electo del Resguardo Indígena Zenú de San Andrés de Sotavento de Sucre y Córdoba, Nilson Zurita Mendoza, indicó que su campaña para ser elegido se basó en la autonomía que se merecen las autoridades de dicha organización para gobernar en los 14 municipios que la integran.

Afirmó que para alcanzar dicho cargo no entregó dádivas y que fueron sus planteamientos los que convencieron a las comunidades, la cual pide más respeto y acciones de beneficio.

Expresó el líder indígena que otro de los puntos fue la defensa de la identidad cultural, por la cual, según él hay que trabajar fuertemente para su mantenimiento.

Dijo que fue una elección democrática, porque así lo estaba pidiendo el pueblo Zenú y porque así está contemplado en los estatutos de la organización indígena.

Precisó que una de las proyecciones del pueblo Zenú era encontrar la proyección de la democracia, porque desde hacía 7 años no votaba.

Resguardo Indígena Zenú de San Andrés de Sotavento está constituido por 217 cabildos ubicados en 14 municipios de los departamentos de Córdoba y Sucre. De acuerdo con la constitución Política de Colombia y el Convenio 169 de la OIT, los territorios de los pueblos indígenas tienen autonomía para ejercer su propio gobierno, derecho a una jurisdicción especial territorial.

Las comunidades indígenas zenues, poseen una fuerte tradición agrícola y una amplia agrodiversidad de cultivos que sustentan su soberanía alimentaria y su cultura. Actualmente conservan y cultivan más de 25 variedades criollas de maíz y poseen una amplia cultura culinaria a base de este alimento sagrado; es por ello que se consideran “hijos del maíz”.

El Resguardo Indígena Zenú, fue creado bajo escritura real número 1060 de 1773 con un área de 83.000 hectáreas, de las cuales 56 mil 459 pertenecen al departamento de Córdoba y 26 mil 551 forman parte del territorio de Sucre.

Los municipios que conforman el Resguardo son: San Andrés de Sotavento, Sincelejo, Sampués, Toluviejo, San Onofre, Colosó, Tolú, Palmito, Chimá, Chinú, Ciénaga de Oro, Sahagún, Purísima, San Antero y Momil.

Para acceder al territorio del Resguardo se puede llegar desde Montería, por la carretera a Lorica a una distancia de 96 kilómetros o por la vía de Chinú a 102 kilómetros. Desde Sincelejo, se puede llegar igualmente por la vía de Chinú, a una distancia de 60 kilómetros.

La historia precisa que antiguamente la región de San Andrés de Sotavento estaba habitada por aborígenes de la región Caribe, en tierras del litoral. Los descendientes de este grupo étnico se clasificaron en dos familias básicamente: las de Barlovento denominadas Caribe y las de Sotavento llamadas zenues. Los Zenúes tenían dividido su territorio en tres grandes provincias: Finzenú, Panzenú y Zenúfana y estaban organizados en cacicazgos.

La escasez del agua en el Resguardo es una limitante para la producción agropecuaria y un gran problema en cuanto a la salubridad se refiere. En la zona se hacen pozos o jagüeyes en los que se recoge el agua lluvia, llamada también agua del cielo y de ahí se proveen las casas para el uso humano. De tal manera, que si no llueve, no se tiene agua en las comunidades.

En el año 2002 los habitantes de esta etnia padecieron fuertemente por este problema. Las cosechas se perdieron y como consecuencia, muchas familias tuvieron muchos problemas para alimentarse, ya que la economía es de subsistencia. En ocasiones el agua se trata con cloro y así se consume. Esto ha generado gran variedad de enfermedades en la población.

En el Resguardo Indígena Zenú de San Andrés de Sotavento de Sucre y Córdoba el agua es probable que tenga precio, pero el valor que se le da es incalculable. En esta zona, se puede decir que la hidrografía es nula totalmente. Si llueve se hacen arroyos que son muy pasajeros.


Economía del Resguardo
La cestería es la principal actividad económica de la comunidad, de la cual reciben la mayoría de los ingresos y en la que participa toda la familia. El proceso de la cestería incluye desde la recolección de la palma, hasta la venta del producto terminado.

Entre las cesterías se encuentran productos elaborados tales como: maletas, petaquillas, canastos, escobas, abanicos, pulseras y el famoso sombrero vueltiao. El material que usan para sus artesanías es la palma que sacan de la caña flecha y la napa sacada del tronco de la misma.

Desde pequeños, los niños aprenden a trenzar, con miras a mantener viva la identidad cultural desde su artesanía: aquí los niños aprenden a hablar al mismo tiempo que trenzan. Pero es necesario, que sus aspiraciones no sean truncadas con los bajos precios que les ofrece el comercio.

El comercio de la cestería lo hacen los hombres con la ayuda de las mujeres. Estas en el hogar desempeñan junto con las labores domésticas, el trenzado y teñida de la palma, lo mismo que la recolección de algunos productos alimenticios. Los niños traen agua y trenzan. Últimamente las mujeres han tomado conciencia de su participación en el hogar y ya se deciden a vender sus productos y algunas determinan con sus maridos la inversión de su venta.

Así mismo, en los últimos años la comercialización del Sombrero Vueltiao comenzó a gran escala y hoy por hoy es el producto artesanal que más venden los miembros de la etnia Zenú

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