viernes, enero 08, 2010

Historias para no dormir (de otro fisioterapeuta)


Hoy posteo una entrada que "no me pertenece". El autor de la misma es un jóven fisioterapeuta, Ismael Soler Roselló, con quien la suerte de aprender cada día:

"Cuando por fin has aprendido todas las longitudes de onda a las que actúa el laser y has memorizado en que situaciones es adecuado utilizar cada una; es entonces cuando te das cuenta que todos los conceptos que flotan en la superficie de tu subconsciente no sirven para nada.
Es cierto, el principal problema de un fisioterapeuta recién nacido, es que no sabe qué cosas puede tratar con efectividad; no me refiero a lo que le han dicho que debe tratar o a lo que no debe, sino a lo que realmente somos capaces de abarcar como profesión.

Desde siempre he creído que lo podemos todo, es poco modesto admitirlo pero siempre he pensado así; lógicamente no me refiero a temas tales como neoplasias sino a aspectos físicos. Pero ahora me encuentro en una nueva encrucijada en la que espero y creo que todos los compañeros os halláis encontrado alguna vez.

Voy a tratar de plasmarlo en un ejemplo: Un día decido comprar una casa y con ella viene incluido un campo de maíz; supongamos que yo no tengo ni idea de lo que es el maíz, más aún no sé ni para qué sirve un campo. Entonces pasan los días y una mañana aparece frente a mi puerta una maquina recolectora de maíz, yo sigo sin saber que es el maíz pero sé que tengo algo que sirve para recogerlo (porque lleva un cartel). A la mañana siguiente aparece un hombre muy simpático y me explica que es el maíz y que además sirve para comer y que me ayudará a eliminar el hambre así que me enseña a cultivarlo y con eso vivo feliz el resto de mi vida.

Es una metáfora extraña, pero hagamos unos cambios, sustituid maíz por problema funcional, maquina recolectora por técnicas fisioterápicas, hambre por dolor y por ultimo transformad al hombre simpático en cada uno de los profesores o especialistas que os han instruido en fisioterapia.

Me encuentro pues con un paciente que tiene un problema funcional que genera dolor y según lo que muchos hombres simpáticos me han dicho a lo largo de mi formación realizo una serie de técnicas que se y que se demuestra que eliminan ese dolor; ahora bien ¿Por qué ese dolor o problema o disfunción o compensación o rigidez aparece? Tenemos muchas formas de eliminar el dolor, desde integraciones biopsicosociales hasta neurofisiología del dolor pero ¿qué pasa cuando tratas de montar un castillo de naipes muy rápido? Pues que si los cimientos no son sólidos todo se te derrumba.

Es decir, ¿cuál de todos los maestros tiene la razón? y más acojonante todavía ¿existe alguna razón? Un dolor en la cara anterior de la rodilla con gesto doloroso al subir escaleras ¿Por qué duele? ¿Ligamento lateral, rama infrapatelar nerviosa, banda tensa muscular, mala alineación? Entonces ¿porque si todas las pruebas me llevan a pensar en que el problema (supongamos que es femoropatelar) posteriorizo el peroné (o mejor dicho las estructuras de todo tipo que hay por esa zona) y el dolor desaparece?

Quiero creer que todo tiene que ver con inputs cerebrales y que al fin y al cabo como dice Arturo Goicoechea el cerebro es en última instancia el director de la orquesta y si el director levanta la batuta más de la cuenta puede que una nota, en nuestro caso una sensación somática, suene estridente y molesta.
Resumiendo, ¿conseguiríamos eliminar el dolor si trabajásemos únicamente a nivel neurofisiológico o es la integración de nuestro hardware y software lo que hace que nuestro MacBook interno funcione? ¿Qué fue antes el huevo o la gallina?
             

La conclusión de todo esto es que no concluye, que al final para que no nos pase como a Descartes tenemos que aceptar alguna explicación del porque trabajar de una manera y no de otra, de porque hoy es el ligamento lateral interno y como eso no ha funcionado mi hipótesis nueva es que tu problema es referido por un punto gatillo y si ya nada consigue mantener tu dolor a raya independientemente que la inflamación y edema hayan desaparecido empiezo a pensar que tu problema es una mala integración sensitiva o una sensibilización central.

La línea que separa el ser profesionales objetivos de ser hechiceros con conjuros que realmente funcionan es más fina de lo que queremos creer y para ello la única solución es lo que mis padres me han dicho toda la vida “estudia hijo, estudia, no vaya a ser que el día de mañana alguien pueda tomarte el pelo”
 
PD: ¿Estoy loco?."

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Estas disquisiciones cuasi-metafísicas parten de un punto conceptual siempre idéntico, que es el dualismo a la hora de tomar decisiones terapéuticas.

"O es esto... o lo otro". O es blanco, o es negro. Nos cuesta mucho aceptar que los contenidos de nuestra razón no es la verdad en sí misma.

No hay nada más incierto que nuestra percepción del mundo exterior. Los inputs de nuestros sentidos no conforman la totalidad de la percepción, sino que se mezcla con los contenidos evaluativos de los registros de memoria, recuerdos, etc.

Esta mezcla (los sentidos, "palpo a mi paciente" + evaluaciones cerebrales, por ejemplo, el recuerdo fresco del último curso que hice, el de "puntos gatillo") constituye el registro de salida o percepción ("creo que mi paciente tiene un punto gatillo"). Tal percepción fuerza naturalmente a una conducta ("lo voy a pinchar").

Lo que no acabamos de entender es que nunca podremos aislar la "verdad verdadera" (lo que tiene el paciente) dentro del contenido perceptivo.
Mark Jones en su seminario de Razonamiento Clínico hablaba hace poco del concepto de "verdad operativa": una hipótesis, no necesariamente cierta en sí misma, que me sirve para resolver el problema del paciente.

Cuando empecemos a entender que necesitamos trabajar sobre modelos ("verdades operativas") y que estos sólo sirven para resolver problemas y no para buscar la "verdad verdadera", entonces disolveremos estas disquisiciones.

Las cosas dejarán de ser o blancas o negras. Actuaremos simplemente utilizando el mejor abordaje posible ("el modelo operativo") para cada paciente. Para algunos serán "puntos gatillo", para otros "ligamentos" y para otros "sensibilizaciones centrales".

El objetivo clínico es resolver.

Un saludo!

1:27 p. m.  

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