Éste artículo me lo encontre en Internet y me ha parecido interesante tener en el blog el sentir de otras madres solteras y así conocer más casos.
Soy madre soltera, y la verdad, fue la bendición más grande que pude tener porque veo a mis hijas y aunque me enoje con ellas las amo mucho y son un gran motor en mi vida.
Debo confesar que para mí ha sido muy difícil ser madre soltera y aunque una vez me casé hace años, no dure mucho. Aunque el divorcio no fue nada fácil para mi, fue el mejor momento de mi vida porque deje de enfermarme, volví a preocuparme por mi, a trabajar con gusto, fue la mejor decisión en mi vida, me regresó el aliento y todo mejoró.
Pero el ser madre soltera te enfrenta a mucha discriminación y malos comentarios de las personas. En cuanto a mi rutina nada cambió porque yo soy quien siempre ha velado por mis hijas, pero sí resulta ser una parte difícil de enfrentar en tu vida.
A mi segunda hija la tuve con una persona que aunque les parezca extraño aún la quiero, pero estoy decepcionada y dolida porque me embaracé y cuando le dije a él parece que le dije que el mundo se había acabado, y a día de hoy nunca reconoció a su hija.
Me siento feliz de ser madre soltera, y de tener a mis dos pequeñas, pero debo confesar que hay días que necesito que alguien me ayude, no económicamente, pero si moralmente. Hay días en los que quiero llorar porque me siento cansada, porque no me quiero equivocar con mis hijas aunque trato de hacer todo por ellas, pero no tengo a nadie en esos momentos. Cuando mis hijas se han enfermado soy yo sola la que las lleva al medico y sale a altas horas de la madrugada con ellas, la que corre cada vez que me llaman de la escuela porque se raspó alguna de ellas o porque alguien les pegó.
Espero no haberme equivocado en ser madre soltera y espero cada día despertar con más fuerzas para evitar esos malos días que me deprimen.
Amen a sus hijos como nada en el mundo, para que les enseñemos a ser personas.
Debo confesar que para mí ha sido muy difícil ser madre soltera y aunque una vez me casé hace años, no dure mucho. Aunque el divorcio no fue nada fácil para mi, fue el mejor momento de mi vida porque deje de enfermarme, volví a preocuparme por mi, a trabajar con gusto, fue la mejor decisión en mi vida, me regresó el aliento y todo mejoró.
Pero el ser madre soltera te enfrenta a mucha discriminación y malos comentarios de las personas. En cuanto a mi rutina nada cambió porque yo soy quien siempre ha velado por mis hijas, pero sí resulta ser una parte difícil de enfrentar en tu vida.
A mi segunda hija la tuve con una persona que aunque les parezca extraño aún la quiero, pero estoy decepcionada y dolida porque me embaracé y cuando le dije a él parece que le dije que el mundo se había acabado, y a día de hoy nunca reconoció a su hija.
Me siento feliz de ser madre soltera, y de tener a mis dos pequeñas, pero debo confesar que hay días que necesito que alguien me ayude, no económicamente, pero si moralmente. Hay días en los que quiero llorar porque me siento cansada, porque no me quiero equivocar con mis hijas aunque trato de hacer todo por ellas, pero no tengo a nadie en esos momentos. Cuando mis hijas se han enfermado soy yo sola la que las lleva al medico y sale a altas horas de la madrugada con ellas, la que corre cada vez que me llaman de la escuela porque se raspó alguna de ellas o porque alguien les pegó.
Espero no haberme equivocado en ser madre soltera y espero cada día despertar con más fuerzas para evitar esos malos días que me deprimen.
Amen a sus hijos como nada en el mundo, para que les enseñemos a ser personas.
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