14 feb 2011

San Valentín chino


Hoy es el gran día del amor. Por lo menos en términos comerciales. O si no, que se lo pregunten a los de las floresterías. Aquí, tan romántica celebración es un producto importado de occidente, aunque los chinos lo celebran como si Cupido fuese un viejo conocido de toda la vida. O quizá es que son más románticos de lo que parecen, porque en el calendario chino ya existe un Día de los Enamorados propiamente dicho, aunque cae en agosto.

Como en el paquete del San Valentín occidental viene incluido lo de la cena con dos velas (que no a dos velas), los bombones y el ramo de rosas, pues aquí se hace tal cual. Otra cosa no, pero copiar...En este caso, lo dejaremos en un respeto milimétrico a la tradicción occidental.

Dicho lo cual y pasada la furia del conejo, llevamos cuatro o cinco días con el pasteleo propio del San Valentín. Florecitas, tarjetitas de I love you, pastelitos en forma de corazón, velitas y ropa interior de encaje a precio de Maserati.

Pero hablando de timos, el más soprendente de este año es el de las rosas. El viernes por la tarde mi amigo Malcom me escribió un sms diciéndome que le estaban atracando en la floristería. Le llamé preocupada y lo que en realidad le estaba pasando es que le estaban cobrando 100 euros (1.100 dólares hongkoneses) por 12 rosas para su querida novia. Le dije que debía de quererla mucho para pagar semejante pasta por unas cuantas flores. Pero como él es inglés, simplemente pensé que se trataba de un caso típico de desvirtualización del valor real de las cosas y del dinero. Pero no.

Esa misma tarde, casualmente pasé por una floristería cerca de mi apartamento. Había muchos ramos diferentes. A decir verdad, todos eran de un gusto exquisito. Tenían el precio en la parte superior y, prevenida como estaba por el atraco a mano armada de mi amigo, no pude evitar echar un vistazo a los precios. El más espectacular costaba 150 euros. El resto, una media de 120. Le dije a la de la tienda que este año se le había ido un poco la mano -por no decir que se le había ido la cabeza- con los precios. Me dijo que en Hong Kong ya no había crisis y que la gente estaba dispuesta a pagar esos precios, que suponen entre un 30 y un 40% más con respecto al año pasado.

Y lo que es peor, me dijo que este San Valentín no iba a encontrar “nada” por menos de 80 euros. Indignada como estaba por semejante estupidez, decidí dedicar parte del fin de semana a efectuar un pequeño y personalizado estudio de campo sobre el precio de los ramos de flores en las floristerías de la ciudad. Efectivamente, nada por menos 80 euros. “El amor no tiene precio y para muchos hombres, la sonrisa de sus chicas bien merece una pequeña fortuna”, me dice un animado dependiente. No comment.

Decía que los chinos ya tiene de por sí su San Valentín. Mucho menos casposo y comercial, por cierto. De hecho, no hay tradición de regalarse nada. La única tradición es que los tortolitos pasen la noche juntos. Tampoco es mala opción...

El San Valentín chino data de la época de la Dinastía Han (año 200 antes de Cristo) y no tiene fecha fija en el calendario, sino que coincide con el séptimo día del séptimo mes lunar. Es decir, entre la última semana de julio y la primera de agosto. Se llama el festival de Qixi y se basa en la desdichada historia de amor entre un pobre pastor y la hija del Emperador de Jade, suprema divinidad del Taoísmo y amo de los cielos. Aburrida de tanto algodoncito, la traviesa muchacha decidió escaparse y descender a la tierra, donde conoció y se enamoró del humilde pastor.

Su padre descubrió el affair de su hija con un simple mortal y decidió castigarla eternamente, condenándola a no bajar nunca más a la tierra. Para separar por siempre a los dos enamorados, la emperatriz cogió una horquilla de su pelo y rasgó el cielo, creando la Vía Láctea.

La triste historia llegó a oídos de las golondrinas, que desde entonces, sobrevuelan el cielo una vez al año formando un gran puente sobre la Vía Láctea, de modo que los dos amados pueden pasar toda la noche juntos. Es la séptima noche del séptimo mes lunar y este año se celebra el día 6 de agosto. Aquí, esa noche, estaremos todas mirando al cielo para ver qué estrella brilla más. Y ese día, las hermosas mas perecederas rosas no costarán 150 euros. Porque ese día todas preferiremos mirar las estrellas, que son eternas y no tiene precio.

14 comentarios:

  1. Qué bonita historia... Al menos los chinos saben lo que celebran porque lo de san Valentín no deja de ser hoy más que márketing puro y duro de los grandes centros comerciales, así que lo mejor es esperar al día siguiente y comprar las flores diez veces más baratas. Digo

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  2. San Valentín = San El Corte Inglés

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  3. Vale, te perdono mi ausencia en tu anterior artículo (aunque no se me olvida, por la maravillosa historias de amor que nos has contado.

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  4. Bueno, vale, muy bonita la historia, muy bien documentado el post, tan bien contado como siempre, pero, al final, ¿Malcolm te compró rosas o se escaqueó con la excusa del precio?

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  5. Que bonito Ana.
    Yo me quedo con el San Valentín de la Disnatía Han. Esta noche elegiré una estrella...su luz dura casi eternamente y en cualquier lugar del mundo como el verdadero amor, y no ese ramo de rosas, que como bien dices, marchitará a los pocos dias.
    Enhorabuena por tu blog, es GENIAL! y hoy gracias por regalarnos esta bonita historia. Feliz San Valentín a ti también, aunque un poquito tarde.

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  6. Pues sí, una magnífica historia. Sobre todo para las que creemos que el amor, la amistad... están en los pequeños grandes detalles y no en lo abultado de la inversión monetaria que pueda hacerse...

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  7. me encanta oirte en la cope, pero me gusta muchisimo mas leer estas historias tan curiosas que nos cuentas, por cierto las floristerias de hon-kong son preciosas " las he visitado en Septiembre"
    Soy novata en esta tecnologia, algun dia crearé mi perfil y sabras que te sigo con mucha ilusion Rosa

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  8. Hola Ana, un dia te escuche en Tiempo de Juego creo(yo ahora tambien estoy donde me gusta estar) y escuche tu historia y alguien nombro tu blog, decidi entrar a ver y bueno cuando veo lo de cope en el mundo hecho un vistazo para leerte ya que me gusta la manera que tienes de contar las cosas y las pincelas historico-culturales lo hacen mucho mas interesante. No tengo mucho tiempo para escribir en blogs y eso, pero decidi parar 5 minutos a decirte que ganaste un seguidor mas, aunque no pueda aportar demasiado, un placer haber encontrado este rinconcito de internet.
    Un saludo y sigue asi chica!

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  9. En España yo creo que el equivalente serían las noches de hotel a precios de oro. Una amiga mía se encaprichó con ir al hotel de torrespacio y creo que la broma le salió por unos 500 euros dormir a 3 km de su casa con un precio hinchado solo por ser la fecha que era.

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  10. Seguro que alguien cerca de tí, siempre está como las estrellas!
    K

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  11. Aunque no tenga nada que ver con este post. Cuídate mucho por Bahrein, gran trabajo.

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  12. Aunque con retraso, quiero que sepas que me encanta tu blog. Es preciosa la historia del festival de Qixi. Por cierto, tus crónicas desde Bahrein son magníficas. Suerte, Ana

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  13. Ayer se emitió el programa de castellano-leoneses en Hong Kong, en el cual enseñabas una parte de la ciudad y contabas algunas de las costumbres de aquella tierra.
    Sinceramente, me encantó la forma en lo que explicaste todo, acompañado siempre por la mejor de las sonrisas. Así que no he podido por menos, y aprovechando que hiciste mención a tu blog, de pasarme por aquí y dejarte un comentario dándote la enhorabuena.
    Uno se siente orgulloso de ver a gente de su tierra con éxito en el extranjero, trabajando desde la humildad y dejando el pabellón bien alto.
    Todo lo mejor y un saludo desde Castilla y León. :)

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