Cuenca Benet había emigrado a Cuba en 1914 y pronto se vinculó al Centro Andaluz de la capital cubana

HA FALLECIDO EN LA HABANA FRANCISCO CUENCA BENET: EL MAYOR DIVULGADOR DE LA CULTURA ANDALUZA


Su desaparición coincide con la publicación de su último libro dedicado a los científicos andaluces

Sus inicios los desarrolló como corresponsal del diario almeriense La Crónica Meridional en su localidad natal de Adra

La obra de Cuenca Benet es impresindible para conocer la vida de los artistas andaluces del siglo XIX y del primer tercio del siglo XX

La Habana. 6 de julio de 1943


El periodista y escritor almeriense Francisco Cuenca Benet, ha fallecido esta tarde en su residencia de La Habana a la edad de 71 años. Cuenca Benet, natural de Adra, sigue ostentando el registro de ser el principal responsable de la divulgación de la cultura andaluza del siglo XIX y del primer tercio del siglo XX. Es difícil biografiar a un artista andaluz de ese tiempo, sin consultar algunos de sus libros que forman la mayor colección de personajes andaluces jamás publicada por un solo autor.
Francisco Cuenca Benet.

Francisco Cuenca Benet.

Su vida profesional pasó por varias etapas: la de periodista en Barcelona y Almería y la de escritor en La Habana, ciudad a la que llegó a finales de 1914 para desarrollar una nueva vida en Cuba.

Como periodista, se inició como corresponsal en Adra del diario almeriense La Crónica Meridional. Tras un traslado a Barcelona por motivos laborales buscó su regreso a Almería donde colaboró con un buen número de periódicos y defendió a través de una publicación diaria que fundó,” El Estratégico”, la construcción de un ferrocarril que uniese las provincias de Almería, Granada y Málaga por la Alpujarra. Su obstinación llegó a tal punto que el Gobierno licitó la obra, pero ésta quedó desierta.
Sello editorial Cuenca Benet.

Sello editorial Cuenca Benet.

Cuenca emigra Cuba y se lleva otra obsesión que desarrolla en la mayor parte de sus libros publicados: la divulgación del saber de Andalucía hasta demostrar con la recopilación de miles de autores y obras de la literatura, la pintura, la escultura, la danza, el arte dramático, la música y el canto, para corroborar la inagotable fuerza creadora de Andalucía, para demostrar que nuestra tierra ha sido un vivero incansable de artistas que han creado en más número que el resto de las tierras de España y que se han mostrado decisivos en forjar las culturas latinas de América.

Cuenca Benet descubre este fenómeno a través de una frenética carrera como periodista y escritor que lo llevó a residir en lugares tan dispares como Barcelona, Almería, Nueva Orleáns ó La Habana. En estos lugares formará su compleja personalidad como escritor y hombre de estilo sobrio y desde ellos trabajará de manera incansable cual científico que necesita demostrar con el experimento práctico lo que en teoría ya sabe que se puede conseguir.
Es difícil pensar que un hombre solo desde la Cuba de los años 20 y 30 lograra concebir, editar y publicar una obra tan respetable e imprescindible como los seis volúmenes de Biblioteca de la Divulgación de la Cultura Andaluza, donde aparecen títulos clave como Galería de Músicos Andaluces, Museo de Pintores y Escultores Andaluces y Teatro Andaluz Contemporáneo. Y ello lo realizó en ese aparente aislamiento de Andalucía gracias a una labor de comunicación incansable que había aprendido en sus tiempos de periodista. Francisco Cuenca mantiene una correspondencia viva con España y Andalucía a través de hombres y organizaciones influyentes de la época. Baste citar a otro almeriense, el poeta de Laujar Francisco Villaespesa, amigo personal de Cuenca Benet y que escribió los prólogos de al menos cuatro volúmenes.

Cuenca fue además miembro correspondiente de las Reales Academias de Buenas Letras de Sevilla, Hispanoamericana de Ciencias, Letras y Artes de Cádiz y de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba, verdaderos centros culturales de los siglos XVIII, XIX y XX de buena parte de las provincias andaluzas y lugares de intercambio de ideas y saberes de artistas e intelectuales.

Junto a esta labor de formación a distancia que realizó Francisco Cuenca para poder llevar a cabo su obra está su pertenencia y apuesta decidida por el Centro Andaluz en La Habana, donde se convirtió en el maestro de ceremonias. Al tiempo creó un importante foco andaluz a través de este Centro, que se convirtió en primordial lugar de cultura de la capital cubana y paso obligado para todo intelectual o artista andaluz que llegase a la isla caribeña.

El trabajo de Cuenca Benet no ha sido importante solo por su labor recopilatoria de los grandes artistas andaluces de cada disciplina, a los que retrató en vida a muchos de ellos y aventuró su posterior éxito. Su labor es grande porque Cuenca rescata del anonimato a miles de hombres y mujeres de Andalucía, desconocidos en la actualidad en muchos de los pueblos y ciudades en los que nacieron y que forman parte indisoluble de la historia y la cultura de cada una de esas localidades.


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