martes, 1 de enero de 2008

Tocando fondo

Un día, hablando de bueyes y amores perdidos, Marcela me dijo:


-Cuando te caés en una pileta y no sabés nadar, dejate llevar por la caída. Vas a tocar fondo. Tomá fuerzas y empujate. En un instante vas a estar arriba de vuelta...

Y te estoy haciendo caso, Mar.


Por una serie de circunstancias, no pude pasar la noche de fín de año con mis afectos más cercanos. Tenía dos opciones: la primera era pasarla solo (la idea me aterraba. Creía que suicidarse era más sano y menos doloroso); la segunda posibilidad, era caer como paracaidista, en la casa de una de mis empleados, con quien compartimos muchas horas diarias, pero de quien me separa un abismo de años y vivencias, y brindar con sus familiares, a quienes no conozco.


Difícil elección, no?



Bueno, la pasé solo, en mi casa. Junté coraje y me dije a mí mismo que era una noche más. Que tenía que estar tranquilo. Que iba a hacer mi rutina: escuchar música, ver alguna película en la tele, y cuando me venciera el sueño, me acostaría a dormir. Hice exactamente eso. No sin antes llenar mi copa a las doce menos dos minutos, con un rico champagne, y ponerme en contacto con mis seres queridos. Pude brindar con cada uno de ellos, haciendo uso de la imaginación, pero más, del corazón.


Y pude sobrevivir perfectamente. A la mañana siguiente me desperté bastante temprano, y comencé el año con mi rutina aeróbica acostumbrada. Y todo siguió su curso normal. Luego desayuné con una de mis hijas, la llevé a casa de la mamá, y fuimos con mi otra hija a una YPF Full, ya que ese mismo día partía hacia USA de vacaciones, y quería despedirme de ella como correspondía. Tomamos un café, acompañados por una de sus amigas, quien también la quiso saludar.


El haber terminado una relación de casi tres años con mi última pareja, hace sólo dos meses atrás, me encuentra en una etapa jodida. Por un lado, a mis 47 años, me gustaría encontrar alguna persona con quien compartir momentos y sentimientos. Pero no puede ser cualquier persona. Siento que, el error más grande que hoy podría cometer, sería entablar una relación amorosa por miedo a la soledad. No sólo por respeto a mí mismo, sino también, porque quiero capitalizar algo, por lo menos, de la experiencia que la vida me fué dando. Y una de las cosas que aprendí es, precisamente, a respetar a terceras personas y no comprometerlas en relaciones que ni yo estoy seguro de poder llevar adelante.


Por supuesto que esta suerte de selectividad me cierra puertas. Posibilidades de conocer gente y de divertirme un rato. Es lo que necesito? O es mejor estar solo antes que "mal acompañando"?


Creo que solamente el tiempo va a traer respuestas a las preguntas que hoy me estoy formulando. Y que el hecho de adoptar las posturas que hoy tomo, recién podrá verse mañana si aportan el efecto deseado. Pero tengo la sensación de que, al fín, estoy tocando fondo. Y es un "tocando fondo" que no implica estar en las diez de últimas. Sino todo lo contrario. Percibo que es el empuje que se necesita para volver a la superficie, que es mi hábitat natural.




El aire, y poder respirarlo.


Georgie

3 comentarios:

Marcela, de Mujeres de 40 y más! dijo...

Georgie,

Hacés bien en llegar al fondo para empujarte con toda fuerza a la superficie.
Todos hemos pasado por esta situación que contás.

Respecto al brindis, debo decirte que no está mal haberlo pasado solo. Sirve también como momento de reflexión e introspección. Ya ves, la pasaste tranquilo viendo una película y llenando tu copa de rico champagne para seguir tu plan al día siguiente.
Este tema lo traté en el blog y te asombrarías cuánta gente estuvo consultando en Google y otros buscadores, con quién-dónde pasar las fiestas para "solos y solas" y que llegaron a mi blog.

Todos queremos tener una pareja, alguien a quien amar y dedicarle nuestros días. Alguien con quien reir y abrazar por las noches. Soy de las que piensan que es mejor estar solo/a un tiempo pero tener la "mente abierta y el corazón predispuesto", así como estar de buen humor y pleno con uno mismo, porque la buena onda contagia y predispone para que sucedan las cosas buenas naturalmente.
Encontrarás a la persona indicada para vos, de eso estoy segura, porque hombres con tu sensiblidad y personalidad no abundan.

Bien por vos que te animaste a llenar tu copa y bien también, porque expresás lo que deseás. ¡Eso es un comienzo! ¿no?

Un beso grande y un abrazo!
;)

Stella dijo...

Hola!
No recuerdo como llegué acá, pero me gusta tu blog!
Me gustó el relato de las gemelas!
Al final resultó misterioso! ajaja

Que tengas un buen año! Y solo decirte que lo bueno de tocar fondo, es que mas abajo uno no puede ir, o asea, de ahi, siempre para arriba!!

Saludos, volveré!!

Alma dijo...

Es la primera vez que visito tu blog, de lo que he leido esta carta me ha encantado, me he sentido tan identificada!
No estás solo Georgie,ciertamente a cierta edad uno elige sus amistades y se define mucho a la hora de elegir un amor, soy de la opinión que se puede tener un amor y no compartir la vida al 100% con esa persona, puede ser mas gratificante, quizás, así lo vivo y lo siento hoy.
Repìto, me ha gustado pasearme por aquí, lo volveré a hacer con su permiso caballero.

Besosos salados