AMORES INOCENTES II

 

 Cuando la  vi, ya ella me  estaba  viendo... Una dulce sonrisa de aquella encantadora  joven sirvió para no sentirme tan solo en aquella noche de obra teatral...luego de reír un poco gracias  a los cómicos amigos , las miradas continúan buscándose por  la pequeña sala, poco a poco todos salían y quedamos unos pocos conversadores  y amigos del café compartiendo las apreciaciones de la obra , ella estaba ahí casi en frente mío una dulce, encantadora mujer con un rostro de muñeca... de pronto sin reparar mucho vi que saco algo de una pequeña cajita y lo guardo entre sus dos manos, me di cuenta que no era el único que le miraba, mi buen amigo Andrés compinche de todos los tiempos, hombre de baja estatura, conversador y poco atractivo según mi loca apreciación del momento, le miraba sin reparos y sin disimulo. Ambos cual competencia de carreras nos levantamos de la silla para saludar a la bella Joven quien era amiga del director del teatro y dueño de la casa donde nos quedaríamos esa semana.  Muy amablemente Andrés tomo la delantera y le pregunto si podría acompañarnos un café mas...ella asentando con la cabeza un si que ilumino mis ojos y corto mi respiración me subió hasta el cielo y me volvió a bajar...mi estrategia era muy sencilla el me llevaba la ventaja  yo esperaría silencioso mi momento cuando pudiéramos sentarnos a tomar el café allí podría demostrarle mis dotes de buen conversador. Nos dirigimos  los que quedamos allí hacia un lugar para tomar el café...  ella caminaba junto a sus dos edecanes  de la noche con sus manos cerradas, que no se porque no se atrevía a abrir, era un misterio que me moría por descifrar ¿que guardaba en sus manos?...yo me moría por rozar esas manos y por llegar hasta el lugar aquel fueron unos minutos llenos de magia y encanto escuchándola, tratando de conocerla, analizando sus respuestas para mas adelante tomar partido. Una vez llegamos hasta el lugar aquel una vieja casa adornada con viejos muebles y tapetes de todas las generaciones anteriores. Unos cuantos leños ardían en una improvisada chimenea y juntos por fin como si la suerte lo quisiera  en el  mismo sofá sentados...hubiese querido  otro lugar después de descubrir aquel misterio en sus manos, y es que ella se me acerco de manera muy dulce y me susurro al oído que si podría sostener lo que guardaba en sus manos... cuando ella abrió sus manos un gritoooooo mío  y un verdadero salto por encima de la mesa hasta el lugar contrario donde se hallaba Andrés  causaron la risa generalizada y el enfado de la linda mujer, a quien Andrés llego  a acompañar en el sofá….Sus hermosas manos guardaban cálidamente  a una especie de ratón blanco que llaman hámster  y yo les tenia miedo y pavor porque son mi  fobia…el mayor de mis miedos, mi corazón palpitaba a mil y no por ella…no me explicaba porque ella tenia que tener contacto con tan malvados seres que hicieron que mi noche fuera de solo café y silencio mortal…Andrés muy hábilmente logro encontrar el bichejo ese, lo consintió le dio un nombre y el y ella hablaron toda la noche,  el acariciaba sus manos, le susurraba al oído, le besaba el cuello mientras yo soplaba el café caliente, bajaba la mirada para no encontrarme con los ojos brillantes del animalejo y el cuadro iluminado por los destellos de los leños de la nueva pareja…que bien se veían al fin y al cabo Andrés resulto ser el tipo atractivo de la noche, un hombre que no le teme a los bichejos, deje a un lado el café y me tome unas cuantas cervezas,  me conformaba con hablar con la hermana de aquella niña quien no paraba de hablar  y de hablar y de hablar… esa noche pensé en MEJORAR SERIAMENTE MIS RELACIONES CON LOS BICHEJOS LLAMADOS RATONES.

Dos años después aun seguía  hablando y hablando con su hermana creo que de tanto escucharla ya me estaba enamorando…Pues la verdad  si,  además eran del mismo linaje, tenían su parecido  y teníamos algo en común el rechazo por los bichejos...