Amasando que es gerundio

Inauguro hoy en el blog el capítulo de panes, y aviso que será un capítulo largo, porque me gusta cocinar, pero hacer pan me resulta apasionante. Cada vez que hago un pan, me parece que es como un milagro, que de algo tan simple como una mezcla de harina, agua, sal y levadura salga el alimento de cada día. También he de confesar que esta pasión por el pan es reciente, pues aunque siempre había tenido curiosidad, no fue hasta hace unos meses que se me ocurrió investigar por internet sobre la posibilidad de hacer pan en un horno casero y así fue como llegué a Webos Fritos y a Ma Petite Boulangerie. Su y Eva tienen unos blogs fantásticos con recetas increíbles de panes para hacer en casa y sin necesidad de ninguna máquina especial. Y es que para hacer pan se necesitan ganas y poco más.
La receta que os presento hoy es precisamente de Webos Fritos y de todos los panes que he hecho es uno de mis favoritos.

INGREDIENTES (para 1 barra)

• 200 gr de harina de fuerza (yo la compro en Mercadona)
• 50 gr. de harina integral de centeno (la consigo en herbolario)
• 10 gr de levadura fresca de panadería (suelo usar Levital que la venden en Mercadona y Eroski)
• 5 gr de sal
• 160 gr de agua a temperatura ambiente (el agua es mejor pesarla, ya que la precisión de las jarras medidoras es bastante escasa)

¿QUÉ TENEMOS QUE HACER?

1. Ponemos en un bol amplio las dos harinas y deshacemos la levadura mezclándola con un puñadito de harina.
2. Echamos el resto de los ingredientes y mezclamos con una espátula de silicona durante unos 3 minutos, hasta que veamos que se ha absorbido el agua y se empieza a formar la masa.
3. Es el momento de volcar la masa sobre la superficie de trabajo y continuar amasando durante unos minutos. Al principio la masa estará pegajosa, pero dejará de estarlo a medida que vamos amasando. Al final tenemos que conseguir una masa que no se pegue ni a las manos ni a la encimera.
4. Formamos una bola y la dejamos reposar 1 hora y media en un cuenco tapada con un paño húmedo y en un lugar cálido en el que no haya corrientes de aire.
5. Transcurrido el reposo inicial, enharinamos ligeramente la superficie de trabajo, volcamos la masa con cuidado (si se ha pegado a las paredes del bol, nos ayudamos de la espátula de silicona para separarla) y le damos forma a nuestra barra de pan, para ello aplanamos la masa, la plegamos como si fuera un tríptico (un tercio de la masa hacia el centro y luego el tercio opuesto) y la doblamos a lo largo, sellamos un poco haciendo presión con los dedos y dejamos la línea de unión hacia abajo.
6. Colocamos nuestra barra en la bandeja de horno que vamos a utilizar y la dejamos reposar una hora más cubierta con un trapo enharinado.
7. Precalentamos el horno a 250ºC
8. Transcurrido el segundo reposo procedemos a hornear 5 minutos a 250ºC y otros 25 minutos a 210ºC. Para que se desarrolle una buena corteza es importante que haya humedad dentro del horno. Esta humedad se consigue poniendo un recipiente con agua dentro del horno durante el horneado o pulverizando agua dentro sobre las paredes del horno, que es lo que suelo hacer yo.

Y ya tenemos listo el pan!!!


Mer