jueves, julio 28, 2005

Los errores de Fox . . .

Más allá de la crítica fácil por la incurable verborrea y rijosidad de Vicente Fox, se asoman los verdaderos errores que condujeron al naufragio al gobierno del "cambio".

1. Visión empresarial de la política.

Las ríspidas relaciones con el congreso por la falta de "aprobación a reformas estructurales" (según el mandatario mexicano) obedece al espejismo de jerarquía organizacional que ha creado el presidente respecto al gobierno. En una empresa la visión del CEO y la mesa directiva es permeada hacia los niveles inferiores de la organización independientemente de su aprobación o rechazo.Algunas empresas norteamericanas han recurrido inclusive a la separación de grandes cantidades de personal para lograr reestructuras que mejoren la eficiencia administrativa. La política es muy distinta , en primer lugar porque desde la concepción constitucional no existe línea vertical entre ninguno de los tres poderes de la unión lo que obliga a la negociación entre las partes más que ala imposición basada en la superioridad jerárquica. Las propuestas para las "reformas estructurales" planteadas por el ejecutivo reflejan una visión unilateral sobre la solución a los grandes problemas del país la cual se intentó "vender" a las cámaras de diputados y senadores más que someter al proceso de negociación adecuado tomando en cuenta la delicadeza de muchos de los puntos ahí planteados. Ante el rotundo fracaso de su estilo "gerencial" para sacar a flote las iniciativas, el signatario mexicano recurrió a la cargada mediática contra los legisladores,lo que ha abierto un abismo entre él y el poder legislativo muy dificil de cerrar.

2.Ganar dividiendo y no sumando.

La campaña de Fox candidato bien podría compararse con un huracán, no sólo por el ímpetu con el que logró arrebatar la presidencia de la república al PRI si no porque arrasó con todo a su paso dejando en el camino infinidad de cuentas pendientes que se tradujeron en revanchas políticas tanto de sus adversarios como de sus otrora aliados. La constante denostación de sus contrincantes dejó cicatrices imposibles de sanar y convertirse en buenas intenciones durante un sexenio urgido de hallar unidad y consenso para poder salir avante. Por otra parte , la ingratitud característica de Vicente Fox le cerró puertas a probables alianzas. Los puntos porcentuales que le proporcionó el PVEM en su carrera por la presidencia resultaron vitales en la victoria sobre el PRI, sin embargo una vez instalado en los Pinos no incorporó a ningún miembro de dicho partido en su gabinete lo que provocó el rompimiento público de su militancia con el mandatario durante el primer informe de gobierno. Lo mismo pasó con el PRI , con el que pactó el desafuero de Andrés Manuel López Obrador , para después retractarse a título personal dejando al tricolor en vergonzosa posición. Acciones similares en menor escala lo llevaron a darle la espalda a personajes clave de su campaña como Manuel Camacho Solís, Adolfo Aguilar Zínser y Porfirio Muñoz Ledo.

3.Las malas compañías.

Uno de los factores que ha debilitado el liderazgo de Vicente Fox , es sin lugar a duda su consorte, Martha Sahagún. Las ambiciones de la primera dama han colocado en el vórtice del huracán a su esposo una y otra vez. Desde la falta de transparencia en "Vamos México" hasta las famosas "faldas" el presidente se ha colocado en la línea de fuego para preservar el "buen nombre" de su cónyuge. El tema del recorte de gastos en indumentaria para Martha Sahagún además de atizar el encono entre presidente y el congreso, mostró a un mandatario dispuesto a comprometer la estabilidad de todo el país para preservar la de la alcoba presidencial.

4. Mala comunicación.

Si algo distinguió al candidato Fox durante la campaña del 2000 fue su facilidad para comunicar ideas hablando como un ranchero sencillo , fresco y desenfadado más que como un político tradicional. Ya como presidente de la república su estrategia de comunicación fue un desastre. La obra de su gobierno era dada a conocer en momentos en que la atención nacional se encontraba en otro punto (a veces propiciado por el mismo Fox) por lo que practicamente pasó desapercibida. Los momentos de tranquilidad política donde hubiera sido propicio dar a conocer los logros de su administración eran enturbiados innecesariamente por las estridentes declaraciones que el primer mandatario gusta realizar cotidianamente. No sólo la comunicación hacia el exterior de su gobierno hizo agua, tambien la que existía en el interior de su gabinete daba señales de ineficiencia, las contradicciones y correcciones entre secretarios de estado y el vocero presidencial se volvieron recurrentes y dignas de una comedia de enredos.


El presidente Fox deja dos lecciones para la historia. La primera es cómo derrotar pacíficamente a un régimen arraigado en el poder, la segunda es una receta exacta de cómo desencantar de la alternancia a un pueblo ávido de ella.

Esperemos que para el próximo presidente éstas sean lecciones aprendidas.