miércoles, 29 de septiembre de 2010

Cartas de Enamorados

"Eduardo:
Entonces lo entendí... ¿cómo no me di cuenta? Cómo no advertí tu mirada, cómo no vi que tus ojos ya no seguían mi sombra. Bendito ego que atrapa los colores y no deja ver el matiz malsano, y aunque lo niegues por miedo a herir mi alma, yo lo sé: dejé poner tus manos en mis ojos y escuchar tu susurro hipnótico al oído, ese que acolchonaba cualquier dolor del corazón. Pero me duele amor mío decirte que ya lo entendí; que entendí que no eres mío aunque seas gran parte de lo que soy, entendí que el amor no se empieza ni acaba, solamente se transforma. Comprendí que la vida camina y muchas veces el camino se acaba; comprendí que no hay amor más sincero que el que se acepta tal y como es.
Te abro la puerta, eres libre para dejar al corazón fluir, te guardo en el cajón de mis tesoros más preciados, un espacio que poco habitan y en donde lo eterno puede existir.
Y me pregunto nuevamente ¿cómo no lo vi? ¿Cómo fue que me perdí tu olvido? Mientras mi olvido se mentía esperando tu regreso. Entonces repaso nuestros últimos besos y recuerdo un sabor de almizcle, un olor en tu respiración que desentonaba nuestras pulsaciones, una desilusión en mi alma por golpearme con la verdad en la cara, por desangrar la herida para sanarla de nuevo. Con la aguja de los recuerdos y los hilachos de nuestra historia suturé la herida, pegué la piel tan perfecto como embonaban nuestras bocas. Ahora sólo espero que quede una cicatriz con olor a primavera, con nuestras risas cómplices y las noches de luna que hicimos el amor.
Suelto a este corazón atado al tuyo por miedo a dejarte ir, deshago los nudos que aflojamos en la necesidad de separarnos e ir hacia donde el destino decía que el camino debía ser; sin entenderlo verdaderamente, sin comprender en qué momento... todo falló.
Te libero amor mío para que nos dejemos encontrar la felicidad.
Siempre Tuya,
Violeta"

2 comentarios:

Diego Pineda dijo...

El corazón no permite ver lo que realmente está frente a nosotros y cuando llega olvido no hay nada que se pueda hacer por eso es mejor liberar y liberarse. lindo relato Annie

Mufasa dijo...

Hola Ana, perdón que te conteste aquí lo de Romeo vs Pepe le Pu, pero apenas lo leí y este artículo es el último que tienes en este blog.
Con lo que escribiste siento que desenmascaraste a la mayoría de las mujeres, ya que diste algo así como la "receta del coronel Sanders" para hacer que una dama se convierta en una oveja, para muchos pepes le pu que no sabían como "cazarlas". A lo largo de mis años, que no son muchos, pero tampoco pocos, cometí varios errores que capitalicé y si, conozco más a las mujeres, por lo que te doy la razón si no en todo, si en la mayoría que escribiste, porque te he de decir, que aunque en estos tiempos se escuche imposible, todavía hay mujeres con una fuerte y segura ilusión de tener un solo hombre y ser feliz con él para toda la vida y lo logran, sin tener la necesidad de morir en el intento o de estar incansablemente, contínuamente, abnegadamente y muchas palabras más que terminan en mente "poniéndolas" para encontrarlo, que no dudo que sea súper exitante y divertido, pero aunque no lo creas, no te da la felicidad y estabilidad que muchos y muchas desearían tener y pocos y pocas son los que lo logran y si depresiones, tristezas, ansiedades, amarguras, etc.
Esto lo que comparo con una droga (he leído, eh?) que dicen que el primer golpe te hace sentir en las nubes, pero todos los demás buscan sentir inútilmente lo que te dió el primero y lo único que logran después es cada vez peor.
Muchas y muchos que se enrrolan en ese trajín del romance con la finalidad de "aprender", no logran establecer una relación estable y tarde que temprano terminan, cada vez y al igual que con las drogas emocionalmente y emotívamente, por los suelos.

Te envío saludos, me agrada tu redacción y sinceridad, espero también el tiempo te ayude a lograr más estabilidad emocional y no tengas la necesidad de arriesgarte tanto con tantos, para ganar solo experiencia y descalabros.

Por cierto, la intención de escribirte, a parte de saludarte es para decirte o recordarte, que pepe le pu creía que correteaba a una linda zorrillita, pero realmente era un gato de poca suerte, que por accidente se manchaba la espalda de pintura; será que antes no lo sabíamos pero era un futuro un gato gay?, jaja, no lo creo, por la forma de su despavorrida huída.
Por cierto, me agrada tu narrativa e imaginación al escribir.
Saludos!!