martes, 14 de agosto de 2007

Saber refranes poco cuesta y mucho vale

Hola a todos.
Mentiría si dijera que la cosa va sobre ruedas, ahora bien, creo que hay avances suficientes como para un nuevo informe. Sin más dilación:

Como nota curiosa, el domingo pasado me encuentro esto:



Es en efecto el magazine de el Mundo con una portada sobre "el país de los 100.000 refranes" que es España. Hay un artículo muy breve en el interior - el que ocupe la portada es un efecto puramente comercial, súperfectivo por otro lado ("atensión atensión" *) - , en el que aparece la catedrática de la complu y sus colaboradores, hablando de su labor pionera en paremiología. Lo pongo porque, pese a su brevedad, se dicen cosas interesantes y porque no todos los días te lee la mente Pedro J.

* Al margen de esta anécdota, ya había estado barajando el utilizar los medios publicitarios para difundir una serie de refranes poco comunes que hablarán sobre el hecho refranero en sí, identidad popular, construcción de territorio y temas relacionados con el empaque social que constituye nuestra sabiduría oral.
Pero al ver que, efectivamente, un medio tan conocido como magazine utiliza esa complicidad social, ese guiño familiar que es el refrán, para vender una revista que apenas contiene dos páginas sobre el asunto ( tampoco es que estas publicaciones sean famosas por la extensión de sus textos), vi clara la necesidad de utilizar esa complicidad y el canal publicitario para generar un discurso sobre identidad cultural y social.
Se trata de recurrir a la efectividad y pragmatismo de las sentencias del pueblo frente a la nebulosa mitológica de los dirigentes, como último lugar de discusión identitaria en el que se pueden tratar los temas más profundos mediante el humor del refrán, sin caer en la famosa "crispación ™" ni el ridículo "talante ™" y sin renunciar por ello a la seriedad de lo expuesto.

Se plantean varias posibilidades formales, y aunque aún no sé exactamente como, lo ideal sería conjugar al menos un par de ellas, si no todas.

La primera de ellas sería saber a qué tipo de lugares publicitarios tiene acceso el injuve, ya que supongo que la mayoría serán privados o gestionados por el ayuntamiento. Así que esto iría para los coordinadores senior como duda a proponer a Nunchi y cía. ¿Se pueden utilizar los paneles LED del metro esporádicamente? ¿Algún panel de la calle? ¿Hay alguna valla publicitaria a la que el injuve tenga acceso en Madrid?
Ahí queda eso.



La segunda sería hacerse con un panel de LEDS rojos, el típico de toda tienda de barrio que da la hora y la temperatura, donde se pondrían refranes y extractos de textos, haciendo un poco aquella labor que comentaba inicialmente de someter algunos refranes a exámen.



Para que os hagais una idea, estos rótulos se venden a las tiendas bajo el siguiente eslógan : "Consiguen atraer más clientes. Venda más mientras sus clientes esperan en su negocio"



Se me ocurre que sería interesante programar textos diversos a lo largo de la exposición (estaba pensando en ese extracto del quijote que comentaba Kamen y en algunas frases que no sean necesariamente refranes pero que pueden aportar al discurso).
En principio el panel estaría en el interior de la sala Amadís, pero también es posible que en el interior esté otra de las propuestas y este panel móvil pudiera estar en la calle - ahí es donde vendría de perlas el acceso a algún panel LED de información pública.

La tercera es la construcción de paneles LED fijos, al más puro estilo bricomanía, en los que hubiera frases o palabras. La idea es bien sencilla, consiste en hacerse con tiras de LED de navidad, constuir un soporte para ellas, taladrar el soporte con la forma de las letras e introducir los leds en los agujeros. ¡Dan un resultado estupendérrimo oiga!



Estos podrían ir dentro o fuera de la sala, aunque hacerlos impermeables encarecería la producción.

La cuarta consistiría en algo realizado con audio, indagando en el hecho de lo escrito y lo oral, de como funciona, muta y se mueve una cultura oída frente a una documentada textualmente. Se trata, casi, de otra obra diferente, que apenas he desarrollado, y que no descarto como posibilidad final, ya que el tema LEDs está por probar.
Lo ideal sería crear un diálogo entre ambas posibilidades.

La última propuesta se me ha ocurrido mientras escribía esto, y consistiría en insertar refranes en las secciones de anuncios por palabras de los principales periódicos.

Resumiendo, se trata de utilizar medios de promoción para la promoción de lo popular. Generar un espejo social y temporal que nos permita decidir en qué nos vemos reflejados, y en que no, con respecto a la sabiduría oral de la sociedad de la que venimos.

Algunos, que los he oído murmurar, se preguntan que porque me ha dado con los LEDs.
La señalética LED está de moda, no lo vamos a negar: consume muy poco (ya tenemos resuelta la moral posposkyoto), brillan mucho más (ya tenemos contento al público/mercado), y permiten, en su forma más compleja, operar en RGB y funcionar como monitor gigante en plena calle.
Es la tecnología punta en publicidad/comunicación en el espacio público, sustiyendo al fenómeno neón de los 50 y 60, al fosflorescente, a los "arrays" de bombillas incandescentes y al "videowall" de los 80 y 90. Todo en uno.
Además me parecía muy sugerente usar el medio más popular (en el sentido más anglosajón del término pop - famoso, conocido - ver definición 5. de la RAE - cultura de masas - ver definición POP RAE ) para la difusión de lo popular (que viene del pueblo - definición 2. RAE).

Eso es todo de momento.

1 comentario:

Lemuel dijo...

No es lo mismo "Al-Qaeda,Taliban"
que "Al que da,Tal le van”