El piloto del avión accidentado en el siniestro en el aeropuerto de Cork, al sur de Irlanda, es un joven de Manresa de 31 años, Jordi Solà López, que también murió en el siniestro.
El aeropuerto permanece hoy cerrado mientras se analizan los restos del avión accidentado el pasado jueves, en el que murieron seis personas.
En el avión, que cubría el trayecto entre Belfast (Irlanda del Norte) y Cork, viajaban otras seis personas que permanecen ingresadas en el hospital regional, cuatro de ellas con heridas graves, pero están fuera de peligro, informaron fuentes oficiales.
Según ha informado hoy el diario 'Regió 7', el piloto fallecido es un manresano de 31 años, Jordi Solà López. Sus padres se han dirigido hoy a Irlanda para tramitar la repatriación del cadáver.
El aparato, un "Fairchild Metroliner" de 19 plazas fletado por la aerolínea Manx2, radicada en la isla británica de Man, se estrelló cuando intentaba por tercera vez aterrizar en Cork, en condiciones de niebla y poca visibilidad poco antes de la 10.00 horas (GMT).
El avión pertenece a la aerolínea española Air Lada, con base en Sevilla, aunque estaba operado para este vuelo por la compañía catalana Flightline.
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