jueves, 18 de octubre de 2007

MAX WEBER


Maximilian Weber fue un economista, contador, político y sociólogo alemán, considerado uno de los fundadores del estudio moderno, antipositivista, de la sociología y la administración pública. Sus trabajos más importantes se relacionan con la sociología de la religión y el gobierno, pero también escribió mucho en el campo de la economía. Su obra más reconocida es el ensayo La ética protestante y el espíritu del capitalismo, que fue el inicio de un trabajo sobre la sociología de la religión. Weber argumentó que la religión fue uno de los aspectos más importantes que influyeron en 1890 las diferencias en el desarrollo de las culturas occidental y oriental. En otra de sus obras famosas, La política como vocación, Weber definió el Estado como una entidad que posee un monopolio en el uso legítimo de la fuerza, una definición que fue fundamental en el estudio de la ciencia política moderna en Occidente. Su teoría fue ampliamente conocida a posteriori como la Tesis de Weber.

Max Weber y la teoría de la burocracia
Los malentendidos sobre el concepto de burocracia afectan, quizá aun con mayor fuerza, a la comprensión de las ideas de Max Weber y lo paradójico es que, al intentar Weber exponer sus ideas con la mayor claridad, empleando distinciones tan detalladas para evitar esos malentendidos, quizá los haya provocado en quien no penetre en todo su sistema. Sobre todo, sus "tipos ideales" han sido sujetos a interpretaciones realmente erróneas.
Weber al hablar sobre la sociedad, se centra en el proceso de burocratización necesario para ganar eficacia y eficiencia. Define la burocracia como un instrumento de dominio social que esclaviza al hombre en cuanto a la imposibilidad de actuar a criterio propio, con libertad, siendo obligado a realizar las cosas como están establecidas, es decir, qué quiero hacer y qué tengo que hacer para conseguirlo. A esto es a lo que él denomina la racionalización basada en la autoridad legal que domina al individuo. Un ejemplo de burocratización sería el para pagar unos impuestos, pagar a hacienda, hacer una matrícula para realizar algún curso… Este llamado “papeleo” esclaviza a la sociedad en cuanto a que el individuo no puede hacer nada libremente sin seguir unas normas, unas pautas establecidas en la sociedad. La conducción, por ejemplo, es una manera de establecer normas, nos encontramos con señales de tráfico, figuras legales como la policía que pone orden y que según Weber hacen burocrática una sociedad.

Sociología de las políticas y gobierno
Dentro de la sociología de las políticas y gobierno, el ensayo más significativo de Weber es probablemente La política como profesión. En él, Weber revela la definición de estado que se ha convertido tan importante en el pensamiento social occidental: que el estado es la entidad que posee el monopolio sobre el legítimo uso de la fuerza física. La política se debe entender como cualquier actividad a la que puede dedicarse el estado para influir sobre la distribución relativa de fuerza. La política, por tanto, se deriva del poder. Un político no debe ser un hombre de la ética cristiana verdadera, entendida por Weber como la ética del Sermón de la Montaña, es decir, la de ofrecer la otra mejilla. Alguien partidario de tal ética debería ser considerado como un santo, ya que son únicamente los santos, según Weber, los que la siguen apropiadamente. El reino político no es un reino de santos. Un político ha de abrazar la ética del fin último y la de la responsabilidad, y debe sentir pasión por su advocación y ser capaz de distanciarse él mismo de la materia de sus esfuerzos (los gobernados).
Weber distinguía tres tipos puros de liderazgo político, dominación y autoridad: dominación carismática (familiar y religiosa), dominación tradicional (patriarcas, patrimonialismo, feudalismo), y dominación legal (ley y estado moderno, burocracia). Según su punto de vista, cada relación histórica entre gobernantes y gobernados contiene elementos que pueden ser analizados en base a esta distinción tripartita. Además, afirma que la inestabilidad de la autoridad carismática inevitablemente la fuerza a rutinizarse en una forma más estructurada de autoridad. Del mismo modo, asegura que en un tipo puro de regla tradicional, una resistencia al maestro suficiente puede llevar a una revolución tradicional. Por ello, alude a un movimiento inevitable hacia una estructura racional-legal de la autoridad, utilizando una estructura burocrática. Así, esta teoría puede ser vista en ocasiones como una parte de la teoría social evolucionista. Ésta enlaza con su concepto más amplio de racionalización sugiriendo la inevitabilidad de un movimiento en esta dirección.
Weber es también conocido por su estudio de la burocratización de la sociedad, los modos racionales en los que las organizaciones sociales aplican las características de un tipo ideal de burocracia. Muchos aspectos de la administración pública moderna vuelven a él, y un servicio civil clásico y organizado jerárquicamente del tipo continental es denominado servicio civil weberiano, aunque esto es sólo un tipo ideal de administración pública y gobierno descrito en su obra magna Economía y sociedad, y uno que no le gustaba especialmente, ya que lo consideraba únicamente eficiente y exitoso. En su trabajo, Weber hace una descripción, que se ha vuelto famosa, de la racionalización (de la que la burocratización es una parte) como un cambio desde una organización y acción orientada a valores (autoridad tradicional y autoridad carismática) a una organización y acción orientada a objetivos (autoridad racional-legal). El resultado, de acuerdo a Weber, es una noche polar de oscuridad helada, en la que la racionalización creciente de la vida humana atrapa a los individuos en una jaula de hierro de control racional, basado en reglas. Los estudios sobre la burocracia de Weber le condujeron también a su análisis - correcto, pues resultaría así - de que el socialismo en Rusia llevaría, debido a la abolición del mercado libre y sus mecanismos, a una sobreburocratización más que a un alejamiento fulminante del estado.

Economía
A pesar de que Max Weber es reconocido hoy en día como uno de los fundadores de la sociología moderna, también tuvo un papel importante en el campo de la economía.
Desde el punto de vista de los economistas, Weber es el representante de la escuela de economía alemana histórica más joven. Sus contribuciones más valoradas en este campo es su trabajo La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Se trata de un ensayo sobre las diferencias entre las religiones y la riqueza relativa de sus seguidores. El trabajo de Weber es paralelo al tratado de Sombart sobre el mismo fenómeno, que sin embargo atribuía el auge del capitalismo al judaísmo. Otra contribución de Weber a la economía (así como a las ciencias sociales en general) es su trabajo en la metodología: sus teorías de Verstehen (conocido como comprensión o sociología interpretativa) y de antipositivismo (sociología humanista).
La doctrina de la sociología interpretativa es bien conocida y debatida dada su controversia. Esta tesis asegura que la investigación social, económica e histórica no puede nunca ser totalmente inductiva o descriptiva ya que uno debe siempre aproximarse a ella con un aparato conceptual. Este aparato fue identificado por Weber como tipo ideal. Se basa en lo siguiente: un tipo ideal se forma a partir de características y elementos de ciertos fenómenos dados, pero no intenta corresponderse con todas las características de un caso particular. Es interesante compararlo con el concepto de Ferdinand Tönnies de tipo normal.
Weber concedió que el empleo de tipos ideales era una abstracción, pero afirmaba que sin embargo era esencial si uno pretendía entender cualquier fenómeno social particular, ya que, a diferencia de los fenómenos físicos, ellos involucran comportamientos humanos que deben ser interpretados por tipos ideales. Esto, junto con su argumentación antipositivista, puede ser visto como la justificación metodológica para la asunción del hombre económico racional.
Max Weber formuló una teoría de tres componentes de estratificación, cuyos componentes conceptuales son una clase social, un status social y un partido político.
La clase social se basa en la relación con el mercado determinada económicamente. El status se basa en calidades no económicas, como el honor, el prestigio y la religión. El partido hace referencia a las afiliaciones de carácter político.
Estas tres dimensiones tienen consecuencias en lo que Weber denominó oportunidades vitales.
Weber hizo múltiples contribuciones a la economía, incluyendo una historia económica de la sociedad agraria romana; o un trabajo sobre los roles duales del idealismo y el materialismo en la historia del capitalismo en su Economía y sociedad, que presenta sus críticas o revisiones de algunos aspectos del Marxismo.