9 de diciembre de 2009

La virtud de la sencillez


Como cada mañana escucho un programa en diferido de Espacio en Blanco, la voz de Miguel Blanco lleva acompañándome en mis prisas matutinas desde septiembre y por primera vez me he parado a escuchar con atención la frase que se reproduce al comienzo de cada programa :

"Sólo cuando el túnel está en la más absoluta oscuridad es cuando puede volver la luz"

Hoy, esa frase ha marcado mi día. Probablemente lleve mucha razón. ¿No es cierto que valoramos las cosas pequeñas e insignificantes cuando todo va mal? Un simple gracias, un buenos dias, una palmadita en la espalda (de las francas, eh?), un guiño... el brillo que toman los ojos cuando te sonríen... esos "pequeños gestos" iluminan tu túnel cuando está en la más absoluta oscuridad, la leve y trémula llama de una vela se advierte rápidamente en la negrura. Sin embargo, en la lucidez solo se reconoce lo ostentoso y curiosamente nos volvemos ciegos, únicamente prestamos atención a lo llamativo... qué paradójico, la vista nos convierte en invidentes a lo verdaderamente importante.

Leí de Antonio Gala que la felicidad no existe, sólo nos pertenece de ella su recuerdo. Nunca reconocemos ser felices del todo hasta que nos sentimos sumidos en la más mísera y egoísta tristeza... entonces, nos acordamos de los tiempos de bonanza.
Nos quedamos embobados, una anécdota se agolpa sobre otra y sin que te hayas dado cuenta una amarga sonrisa se ha dibujado en tu cara (tendrás que reír con el corazón, si no.. te llamarán loco y, no intentes explicarle a nadie lo gracioso que te resulta, no podrán comprender el valor que
AHORA tiene para tí), levantas la vista y encuentras la mirada de conocidos que ahora reconoces como extraños, quisieras salir corriendo de allí, correr hacia la felicidad pero sabes de sobra que no tienes agallas para hacerlo y en un intento de valentía cambias el riptus, lo están notando y por arte de magia, sacas fuerzas de flaqueza y sigues adelante... siempre con una sonrisa, claro. Eso es, aparentando felicidad, ¿es lo que esta sociedad nos pide no?

¿Hasta cuando esto?

En una amarga lágrima enjugo mis ansias de cambio y reprimo la añoranza, la única fuente de felicidad que queda. Bebo un vasito cada día, poco a poco, porque me han dicho que emborracha. ¿Quitarme de ella? ...imposible... no es una droga sana, pero me mantiene con fuerzas. Como desintoxicante me queda el tiempo, qué gran médico.

1 comentario:

nuria marín jiménez dijo...

"Un simple gracias, un buenos dias, una palmadita en la espalda (de las francas, eh?), un guiño... el brillo que toman los ojos cuando te sonríen... esos "pequeños gestos" iluminan tu túnel cuando está en la más absoluta oscuridad, la leve y trémula llama de una vela se advierte rápidamente en la negrura."

*Esa vela que señalas aquí es la que tú me enciendes cada día,con la que iluminas mi camino y me llevas hacia el final del túnel,ese túnel que la gente se empeña es oscurecer para que no pueda ver,pero,ellos no saben que te tengo a ti,que contigo yo puedo seguir,que hacer mi caminar más sencillo y llano,en el que los tropiezos no importan, pues siempre te tendre a mi lado para apoyarme,para poder levantarme y continuar, para que los desvios no sean un obstáculo, ya que contigo sabré llegar. y no sólo llegaré, si no que mientras lo recorró aprenderé, aprenderé porque tienes muchas cosas que ofrecerme y todas excelentes, porque tu sabiduría no tiene límites, como acabo de afianzar, pues conocía tu potencial, pero no lo altamente desarrollado que podía llegar a estar.
Por todo esto, gracias, gracias por hoy, gracias por ayer, gracias por mañana y todos los días de la semana. Gracias por estos 10 meses y espero poder darte las grias por otros 10

Mi expresión se queda paupérrima al lado de estas maravillas, pero bueno, como te he dicho, estoy aprendiendo de ti =D

Creo que aquí pega mucho la canción de "Quiero aprender de ti", te la dedido jeje

* TQ QUIERO *